La osteoporosis y la artritis pueden resultar confusas, aun cuando sus orígenes y sintomatología son muy distintas. Por esta razón te detallamos a qué debes prestarle atención y así prevenir la enfermedad o tener un diagnóstico oportuno.

Este 20 de octubre se realiza el Día Mundial de la Osteoporosis, una enfermedad que afecta a más de 200 millones de personas en el mundo, de acuerdo a una investigación publicada en el 2018.

El objetivo de conmemorar este día es crear conciencia sobre la enfermedad y prevenirla, además de incentivar el tratamiento.

¿Qué es la Osteoporisis?

La osteoporosis es una patología que afecta a los huesos haciendo que estos pierdan densidad y por ende sean más frágiles, describe la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.

Esta enfermedad es producida por el envejecimiento, lo cual conlleva déficit de estrógenos y baja absorción de calcio y vitamina D, entre otros minerales, explica el manual médico MSD.

Usualmente, la osteoporosis no genera síntomas y esta se descubre una vez que se han producido fracturas óseas en el paciente, afirma el manual.

Esta enfermedad afecta mayormente a las mujeres, pues por naturaleza tienen mayor déficit de estrógeno luego de la menopausia. También hay hombres que pueden verse afectados por esta reducción de la hormona, sin embargo, sucede en menor porcentaje y en edades más avanzadas.

Igualmente, la osteoporosis puede ser provocada por otras patologías que influyen en la correcta absorción de nutrientes y en trastornos hormonales, cánceres, mielomas y artritis, detalla la guía médica.

¿Cómo se diferencia de la artritis?

Esta enfermedad ósea puede ser confundida con la artritis, otra afección que genera fuertes dolores en las articulaciones.

La artritis y la artrosis pueden ser difíciles de diferenciar, debido a que suceden en la zona interna del cuerpo, por lo que no es visiblemente detectable. Por si fuera poco, estas enfermedades pueden manifestarse al mismo tiempo en los pacientes, lo que puede hacerlas más confusas.

La diferencias entre ambas patologías yacen en el origen y en la zona del cuerpo que afectan. Mientras la osteoporosis disminuye la densidad de los huesos en pequeños agujeros similares a los poros, la artritis afecta a las articulaciones.

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Las articulaciones son “estructuras complejas formadas por hueso, músculos, membrana sinovial, cartílago y ligamentos”, de acuerdo a la enciclopedia médica. Estas se ubican en la unión de dos huesos -brazo y hombro, por ejemplo-.

La artritis produce inflamación e hipersensibilidad en estas, lo que se puede identificar por el dolor y rigidez en estas zonas del cuerpo, explica Clínica Mayo.

Esta patología, a diferencia de la osteoporosis, es provocada por un ataque del propio sistema inmune a las articulaciones, lo que produce su inflamación.

Tal como explica la clínica, los síntomas de cada enfermedad se diferencian, pues una no los produce y la otra incluso puede provocar dolor crónico, rigidez, hinchazón, enrojecimiento y la disminución de la amplitud de movimiento.

Cuidados en casa para la artritis y la osteoporosis

Para la osteoporosis y la artritis se recomienda practicar deporte de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta por tramos fáciles, afirman los Centros de Control de Enfermedades (CDC, son sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

Aunque en un inicio esto puede causar dolor o molestia, se debe iniciar una rutina de ejercicio físico de avance gradual bajo recomendación médica y orientación de un profesional de salud deportiva.

En el caso de la artritis, el movimiento frecuente puede ayudar a recuperar y ralentizar la rigidez de las articulaciones provocada por la inflamación. Y en la osteoporosis, el ejercicio físico de bajo impacto puede ayudar a fortalecer los músculos, los cuales ayudaran a proteger a los huesos.

Sumado a esto, los CDC recomiendan controlar el peso mediante alimentación saludable.