Este tipo de tumor suele afectar mayormente a niños y no es muy conocido.

Este 15 de febrero se conmemora el Día Internacional del Cáncer Infantil y uno de los más llamativos es el Tumor de Wilms o nefroblastoma, que suele afectar a niños de menos de 5 años.

Según el Programa Nacional del Cáncer (Pinda), “es un tumor que afecta al riñón por transformación o cambio de células de riñón por células de cáncer, el cual puede afectar a uno o dos de los órganos”.

Según el médico José Santander, coordinador de la unidad de Oncología Infantil de Clínica Dávila, “es un tipo de tumor más frecuente en la edad pediátrica. Mayormente en niños de 1 año hasta los 4 a 5 años”, explica.

Es casi exclusivo de niños, dice el profesional, ya que no tiene un equivalente en adultos.

¿Qué tan frecuente es?

“Dentro de los tumores sólidos es uno de los más frecuentes en el país”, advierte Santander. “En primer lugar está la leucemia, tumores del sistema nervioso central, linfomas y en cuarto lugar los sólidos como el de Wilms”.

De acuerdo al portal web de medicina, Clínica Mayo, las posibilidades de que un niño sufra Tumor de Wilms baja después de los 5 años.

Este tipo de cáncer comúnmente afecta sólo un riñón, no obstante existe la posibilidad de que se produzca en ambos, señala la mencionada clínica.

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Mayo Clinic

Factores de riesgo en niños

“En los niños no hay un factor gatillante específico” de que puedan sufrir cáncer, asegura el médico.

Sin embargo, según diversos estudios científicos “si existe una predisposición, que tiene que ver con algunas alteraciones a nivel molecular de la información genética que pre dispondría” a un niño a sufrir este tipo de cáncer.

En el caso específico del Tumor de Wilms, la Aniridia, que consiste en la formación parcial o ausente del iris del ojo, puede ser un factor de riesgo.

Otro es la Hemihipertrofia, un síndrome en el que un lado del cuerpo o una parte de este crece de manera desproporcionada a la otra.

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El Síndrome de Denys-Drash, donde existe un pseudo-hermafroditismo masculino, también es parte de una predisposición genética a sufrir Tumor de Wilms.

Cuando un niño sufre del Síndrome de Beckwith-Wiedemann -donde los niños crecen en un tamaño mayor al promedio o los órganos abdominales sobresalen en la base del cordón umbilical– también corren riesgo de sufrir este tipo de tumor.

Síntomas y tratamiento del Tumor de Wilms

El médico Santander explicó que este tipo de cáncer “da muy pocos síntomas por eso es importante la pesquisa, ahí la labor más importante la desarrollan los pediatras al hacer un muy buen examen físico”, detalla.

Por ello destaca que es importante palpar el abdomen de los niños, especialmente a esta edad, ya que “este tumor debuta como una masa o un bulto”.

“En otras ocasiones, cuando este tumor crece puede apretar otras estructuras” provocando así dificultad para orinar y deponer, puede haber dolor -que no es muy frecuente- y presencia de sangre en la orina, explica el profesional.

No obstante, los pocos y confusos síntomas suelen dificultar el diagnóstico.

El tratamiento, en tanto, consiste en extraer la masa sólida, realizar quimioterapia y, eventualmente, radioterapia.

Aunque como este tipo de cáncer se suele dar en niños existe un elemento específico en el tratamiento, explica el profesional.

“Quienes no responden bien a la primera etapa del tratamiento pueden ser candidatos a un auto trasplante”, afirma el médico.

Este procedimiento consiste en trasplantar células madres de la médula ósea del mismo niño a sí mismo. “Se realiza la quimioterapia y más tarde se reinfunda o repone su propia médula y por consiguiente no hay riesgo de rechazo o complicaciones”.

A pesar de lo poco extraño de este tipo de cáncer Santander asegura que tiene un porcentaje de sobrevida del 80% y que por lo general tiene un buen diagnóstico al tratarse de un tumor sólido.