Sorpresivo fue el anuncio. El deportista Mark González sobrevivió a un infarto agudo al miocardio a sus 36 años, según reveló su pareja Maura Rivera. El hombre ya está en recuperación.

“Lo cuento ahora y aquí, para que sepan que no todo lo que se muestra en redes sociales siempre es lindo, que somos personas al igual que todos ustedes”, escribió Rivera en su cuenta de Instagram.

Agregó que “fueron días de mucha incertidumbre, de mucho miedo. Lo cuento ahora porque ya estás con nosotros de a poquito mejorando y porque de cierta manera ya asumí que sigues con vida. Valoremos los momentos, la familia y por sobre todo la vida”.

Los casos de infarto agudo al miocardio en pacientes jóvenes son extraños e inesperados, advierte el cardiólogo Carlos Caorsi, jefe de cardiología de la Clínica Las Condes. “Se produce en todas las edades, es la primera causa de muerte del mundo (…) la distribución es una curva de Gauss que se extiende muy poco a los de 30 años, y la mayoría afecta desde los 45 a los 70 años”, explica el experto.

Estos son provocados por coágulos que bloquean una de las arterias coronarias, encargadas de llevar la sangre al corazón. El especialista lo explica con una analogía: “Imagínate sarro o una placa en una cañería. Si está duro, va a estar ahí pegado y va a obstruir lo que dé el sarro, pero no se va a desprender (…) Pero hay otros que son un sarro blando, como una espinilla, que tienen inflamación adentro y terminan rompiéndose, lo que forma un coágulo y tapa la cañería”.

“Ese es el mecanismo por el cual se producen más del 75% de los infartos agudos al miocardio en el mundo”, puntualiza.

El cardiólogo Martín Valdebenito del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de la Clínica Universidad de los Andes señala, no obstante, que estos infartos en jóvenes son cada vez más recurrentes y tienen relación con un aumento de los factores de riesgo.

La advertencia

Aunque no es el caso de González, un estudio de Senda de 2018 evidenció que quienes consumen cocaína, lo hacen en promedio 6,2 días en un mes. Es un dato preocupante que, según el cardiólogo, está relacionado con el padecimiento.

Coersi señala que “en gente joven, el mayor riesgo son ciertas drogas como la cocaína (…) lo que hacen es que la arteria se contraiga y fracturan el sarro que está adentro y mata a gente que no estaba destinada a tener un infarto”, afirma. Valdebenito coincide y añade que “no es una enfermedad que excluye a los jóvenes”.

Pero… ¿hay formas de evitarlo? Coersi detalla que la única forma es “hacer exámenes preventivos”, aunque consultado por si hay actividades específicas de prevención, afirma que “no es tan fácil”.

“El problema es que en personas jóvenes, salvo que tengan factores de riesgo, se consideran sanos. Es como un motor nuevo, porque no vas a ir a buscar una pana en él”, dice.

No obstante, señala que es distinto “cuando viene una persona de 30 años y te dice que su padre o su madre tuvo un infarto al miocardio a los 40 años. Ahí tú dices ‘bueno, aquí puede haber una carga genética"”. Lo mismo ocurre con personas adictas al tabaco, con obesidad, diabetes e hipertensión. “Todas las personas que tengan estos antecedentes, aunque sea a los 30 años, deberían empezar a controlarse”, agrega.

“Si una persona es sana, y lleva una vida saludable pero tiene estos factores de riesgo hereditarios debe cuidarse mucho, porque no se pueden modificar”, insiste Valdebenito, agregando que existen tratamientos para prevenir los factores.