El estrés en las mujeres embarazadas podría tener serios efectos en la estructura cerebral del bebé en gestación.

Así lo afirma un nuevo estudio llevado a cabo por el laboratorio científico de la Universidad de Edimburgo, cuyos resultados arrojaron que esto podría generar problemas emocionales en el hijo a futuro.

Específicamente, los investigadores demostraron que los niveles de cortisol están relacionados con el desarrollo de la amígdala cerebral del bebé, un área que se sabe que participa en el desarrollo emocional y social de la infancia.

Cabe señalar que el cortisol es una hormona primaria que se libera de la corteza suprarrenal cada vez que la persona experimenta estrés.

En el estudio, los expertos tomaron muestras de cabello de 78 mujeres embarazadas para así determinar los niveles de cortisol de las mujeres en los tres meses anteriores.

En tanto, los bebés de las mujeres se sometieron a una serie de escáneres cerebrales utilizando imágenes de resonancia magnética, o MRI, una exploración no invasiva que tuvo lugar mientras el bebé dormía.

De esta manera, los investigadores encontraron que los niveles más altos de cortisol en el cabello de la madre estaban relacionados con cambios estructurales en la amígdala cerebral de los bebés, así como con diferencias en las conexiones cerebrales.

“Los médicos dicen que esto podría explicar por qué los niños cuyas madres experimentaron altos niveles de estrés durante el embarazo pueden tener más probabilidades de tener problemas emocionales en el futuro”, indicaron mediante un comunicado.

No obstante, enfatizan que el estudio no evaluó las emociones en los niños, por lo que aún faltan nuevas investigaciones para tener conclusiones más precisas.

“Nuestros hallazgos son un llamado a la acción para detectar y apoyar a las mujeres embarazadas que necesitan ayuda adicional durante el embarazo. Esta podría ser una forma eficaz de promover un desarrollo cerebral saludable en sus bebés”, señaló el profesor James Boardman, investigador principal y director del Laboratorio de Investigación Jennifer Brown en el Centro MRC para la Salud Reproductiva de la Universidad de Edimburgo.

Por su parte, la profesora Rebecca Reynolds, co-autora del estudio y directora personal de Medicina Metabólica de la Universidad de Edimburgo, dijo: “Afortunadamente, los tratamientos psicológicos son muy exitosos para ayudar a las madres y los niños y esperamos que nuestros hallazgos puedan orientar las terapias en el futuro para ayudar detectar a aquellos que podrían necesitar más apoyo”.

Estudio científico
Este artículo se basa en un estudio científico que puede ser sometido a nuevas pruebas para ser validado o descartado. Sus resultados NO deben considerarse concluyentes.