Aunque es probable que pienses que todo alimento necesita agua, tierra y genera algún desecho, si comparamos la producción de alimentos de origen animal versus los de origen vegetal, veremos que hay elecciones mejores para el medioambiente.
De seguro somos muchas las personas que hemos tomado acción para ayudar al medioambiente, con actividades que van desde unirnos a la hora del planeta, tomar duchas de menos de 5 minutos, abandonar el uso de bolsas plásticas o hasta dejar el uso de pipetas o bombillas.
Pero existe una gran probabilidad de que seamos muy pocos lo que hemos dejado de comer carne por el planeta.
Soy vegano
La verdad es que la procedencia de la carne y su impacto en el medioambiente ha sido un secreto a voces hasta hace muy poco, cuando comenzó a ser primordial el sumar nuevas acciones para detener el avance del cambio climático.
A mi suerte, –hubiese deseado que fuera antes de igual manera- a los 15 años comprendí que lo que estaba ingiriendo producía un perjuicio a los animales y el planeta. Que podía evitar si generaba un cambio en la alimentación, conllevando a tomar la decisión de dejar la carne en esa época, para luego transicionar hacia el veganismo.
Ya han pasado más de 20 años desde que tomé esta decisión, y no me arrepiento en ningún momento de haberlo hecho. Más allá de que haya sido un proceso -en ese entonces- muy complicado.
Vivía en un lugar denominado coloquialmente la “zona huasa”, como es Machalí en la región de O’Higgins. Pude sopesar las bromas, la “escases” de oferta de productos veganos, hasta los insultos por la decisión tomada. Y me he mantenido con esta actitud de vida sin declinar en ningún momento.
Si pudiese cifrar la ayuda que este cambio ha generado a lo largo de los años, de seguro sería cuantiosa. Tanto en vidas de animales como en reducción de impacto al medioambiente.
La alimentación vegana y su aporte al medioambiente
Algunos pueden poner en duda la ayuda real que puede significar el cambio a una alimentación vegana, puesto que, a diferencia de otras acciones, los resultados pueden no estar a la vista inmediatamente. Pero la verdad es que cada vez más estudios afirman el aporte de la alimentación vegana a los animales o el medioambiente.
En 2018 se publicó una calculadora de alimentos que medía el impacto de nuestra alimentación con nuestro entorno.
Esta fue creada luego de un estudio realizado por destacados investigadores de la Universidad de Oxford –y publicado en la revista Science– que analizó los 40 principales alimentos que representan lo que se come mayoritariamente a nivel mundial y su impacto en el planeta.
La calculadora mostró datos escalofriantes para cualquier ecologista no vegano. En cuanto a los alimentos, las carnes, lácteos y huevos, estarían en el top ten de alimentos de impacto negativo para el planeta, a diferencia de sus pares los vegetales, frutas y frutos secos.
Esto se produce debido a que la producción de carne -además de quitarle la vida a un ser inocente- necesita mucho terreno para su uso. Necesita también muchísima agua potable para su producción, y el mismo ganado genera en demasía gases de efecto invernadero que bien sabemos causan y acrecientan el cambio climático.
Más de 8 mil litros de agua para un kilo de carne
Aunque es probable que pienses que todo alimento necesita agua, tierra y genera algún desecho, si comparamos la producción de alimentos de origen animal versus los de origen vegetal, veremos que hay elecciones mejores para el medioambiente.
Un ejemplo claro es que la producción de un kilo de carne de cordero requiere 8.700 litros de agua, por ejemplo. O una hamburguesa de carne, que requiere 2.400 litros de agua; versus un kilo de lentejas, que solo requiere 50 litros de agua.
La huella hídrica de los alimentos de origen animal es tremenda.
A sabiendas de lo anterior, la pregunta es cómo poder avanzar al cambio de hábitos, que quite o reduzca nuestro consumo de carne en uno. Y la verdad es que son variadas las iniciativas que brindan apoyo en beneficio del planeta.
Mauricio Serrano
Director de Veganuary Latinoamérica
