La tarde de este viernes el Ministerio Público formalizó cargos por diversos delitos terroristas contra el único detenido por el envío de paquetes bomba en la capital.
Se trata de Camilo Gajardo Escalona, hombre de 28 años que este jueves fue detenido por Carabineros en su domicilio en Puente Alto. De acuerdo a la indagatoria de dos años de la Fiscalía, él sería el responsable de al menos un par de detonaciones y otros intentos frustrados.
Entre los paquetes bomba que detonaron se encuentra el enviado al exdirector de Codelco, Óscar Landerretche; y el dejado en un paradero del Transantiago en Providencia, que dejó a cinco personas lesionadas.
Por otro lado, entre los que no explosionaron, se encuentran el enviado al presidente del directorio del Metro, Louis de Granje; y los dejados frente a la Universidad Raúl Silva Henríquez y la Facultad de Agronomía de la U.de Chile, además de un artefacto incendiario al interior de un bus de la locomoción colectiva.
Además de la seguridad habitual en el Centro de Justicia, debido a esta imputación de cargos hubo un reforzamiento de medidas, como la presencia de personal del Centro Especial de Adestramiento Canino de Gendarmería.
Durante el desarrollo de la audiencia, las abogadas de la Defensoría Penal Pública, Alejandra Rubio y Fernanda Bühler, que estuvieron a cargo de defender al imputado, alegaron ilegalidad de la detención.
Esto, a raíz de que el individuo no tuvo defensa desde el comienzo, a pesar de que en la Defensoría habían profesionales disponibles. Además, indicó una de las juristas, hubo “diligencias de carácter incriminatorio”.
Finalmente, el juez de Garantía declaró legal la detención de Camilo Gajardo, tras la fundamentos entregados por uno de los tres representantes del Ministerio Público que integran el equipo que investiga artefactos explosivos, quienes estuvieron presentes en la audiencia.
A su vez, el juez del Décimo Segundo Juzgado de Garantía de Santiago, Marcelo Valle, en base a todos los antecedentes presentados durante la audiencia, determinó la medida cautelar de prisión preventiva para el imputado. Determinando, además, un plazo de 150 días para el desarrollo de la investigación.
El hombre de la mascarilla
Para fundamentar los delitos que imputa, el Ministerio Público presentó ante el juez de Garantía una serie de pruebas fotográficas de cámaras de seguridad que sitúan al detenido camino, por ejemplo, a realizar uno de los envíos que terminó en la casa del expresidente del directorio de Codelco.
Asimismo, durante el transcurso de la formalización se exhibieron pruebas correspondientes a las pertenencias de Gajardo, entre las que destacaron una polera que se condice con los registros de las cámaras de seguridad en los días en que ocurrieron los ataques explosivos. A su vez, dentro de las imágenes proyectadas de la pieza del acusado, se mostró la existencia de varios relojes y una cruz invertida sobre la cama.
Por su parte, la defensa señaló que no habrían antecedentes y pruebas suficientes para considerar la implicancia de su representado, mediante las pruebas de las muestras genéticas encontradas en los explosivos enviados al presidente del directorio de Metro, Louis de Granje, y el dejado frente a una facultad de la U. de Chile.
Adicionalmente le restó validez a las capturas fotográficas de los videos mostrados, por la calidad de las imágenes exhibidas en la audiencia.
La defensa del imputado también apuntó a que sería curioso que en la evidencia presentada no se encontrara pólvora, y concluyó, dentro de la contraargumentación que “del conjunto de elementos que hoy día se ha expresado, hay al menos uno de ellos que de ninguna manera puede ser vinculado a que él participó en los hechos”.
A modo de finalizar sus planteamientos, la abogada de Gajardo Escalona, solicitó que la justicia optara por la medida de decretar un arraigo domiciliario total en lugar de la prisión preventiva exigida por el Ministerio Público.
Asimismo, se dio cuenta de la declaración de testigos que, sin saberlo, viajaron junto al presunto autor de ataques terroristas en el mismo bus del entonces Transantiago. En dos situaciones distintas, el imputado usaba una mascarilla quirúrgica.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)
