Un total de 35 días debió pasar en prisión preventiva al interior del penal Santiago 1 el fotógrafo Claudio Zúñiga Rodríguez (18), después de haber sido detenido y acusado de participar como encapuchado en la quema de un bus del sistema de transportes Red en la intersección de Huelén con Providencia.

El hecho se registró la tarde del viernes 31 de mayo, cuando junto a él fueron detenidos otros tres jóvenes –Luis González de 20 años y dos menores de edad-, a quienes se les formalizó al día siguiente por los delitos de desórdenes públicos e incendio.

Claudio Zúñiga y Luis González fueron enviados a prisión preventiva, mientras que los dos menores de edad fueron puestos a disposición de un centro del Sename. A un mes y medio de los hechos, los jóvenes dejaron la cárcel y el centro de internación tras los cambios a sus medidas cautelares.

El último en salir fue Claudio Zúñiga, quien el viernes 5 de julio fue dejado en libertad bajo la medida cautelar de firma mensual, luego que tuviera una reunión con el fiscal de la causa y se entregaran nuevos antecedentes.

Claudio Zúñiga
Cedida

“Da rabia (…) No puedes hacer nada”

Desde un inicio que la familia de Zúñiga insistió que su hijo era inocente y aseguraba que el joven se encontraba en el lugar tomando fotografías. Incluso, dieron a conocer imágenes tomadas por testigos en las que se ve al joven a rostro descubierto sacando fotografías al lado de un encapuchado vestido totalmente de negro y otro con overol blanco.

Tras los 35 días en la cárcel, en conversación con BioBioChile, Claudio Zúñiga Rodríguez comentó que el viernes 31 de mayo quería ir a tomar fotografías a una manifestación que iban a realizar los profesores en la capital, debido a que lo considera como “una forma de apoyar al movimiento estudiantil, en vez de estar tirando piedras, es capturando momentos y dando otros puntos de vista”.

Sin embargo, esa jornada relató que “empezaron los incidentes y me pongo a fotografiar. En un momento veo a encapuchados corriendo a la micro y ahí empiezan a bajar a la gente y fotografié eso. Veo que la micro estaba prendida y le sigo sacando fotos a eso, y ahí Carabineros se pone a enfrentarlos. Yo me alejo porque estaba pasado a lacrimógena y era imposible estar en el lugar, me doy una vuelta y cruzo. De la nada veo que Carabineros viene corriendo y nos toma (detenidos)”, comentó.

Luego de esto, Zúñiga acusó que lo esposaron de forma inmediata junto a los otros tres jóvenes para posteriormente subirlos al carro. “No entendía nada (…) Yo pregunto por qué y no me responden nada, nos suben al carro, cierran la puerta y nos llevan a la comisaría”, comentó.

Los jóvenes estuvieron una noche en la comisaría para luego ser trasladados al Centro de Justicia donde fueron formalizados. “Da rabia porque tú sabes que no has hecho nada y no poder hacer algo da impotencia (…) No puedes hacer nada tú”, reconoció.

Días en el penal

En cuanto a su experiencia en la cárcel –instancia en la que su papá denunció que había sido golpeado por otros internos– Zúñiga recordó que “tuve unos problemas, unos roces con gente (…) Fue difícil adaptarse, es cruel estar adentro por las condiciones en las que uno vive”.

Sobre estos hechos de violencia, Zúñiga indicó que “me daba pena por mi familia que tenía que pasar todo esto. Osea me afecta, pero lo que más me duele es que mi familia esté involucrada en esto y lo esté pasando tan mal”.

En el penal los bajaban de las celdas cerca de las 9:00 horas para tomar desayuno, el cual era “un pan congelado con un pedacito de mantequilla y un café”. Luego de eso, Zúñiga relató que tenían que “hacer el tiempo, estar sentado, dar vueltas, dibujar. Era estar sentado no más y pensar (…) en qué va la investigación, sacaba conclusiones”.

Los primeros días estuvo junto a Luis González en el mismo módulo, pero luego fueron cambiados. En ese tiempo, Zúñiga comentó que “nos hicimos súper amigos, nos compartíamos la comida”, pese a que solo se conocieron cuando fueron detenidos.

Consultado por si alguna vez pensó que le pudiera pasar esta situación, Zúñiga señaló que “nunca. Es difícil pensar que por tomar fotos te lleven detenido y te acusen (…) Nunca lo llegué a pensar (…) yo creo que más que todo lo hicieron para tener culpables en el momento”.

Tras salir de la prisión preventiva el viernes 5 de julio, el joven comentó que fue un momento “emocionante, un alivio tremendo (…) Poder llegar a tu casa y acostarte en tu cama, esas cosas que uno las menosprecia, pero estando adentro uno aprende a valorarlas. Fue bonito llegar de nuevo a la casa”. Además retomó sus estudios para terminar su cuarto medio, pensando que luego le gustaría seguir especializándose en la fotografía, ya que le gusta tomarle imágenes a los animales.

El caso -para conocer si los cuatro jóvenes serán absueltos- actualmente sigue en investigación, ya que aún no vence el plazo de investigación que se estableció en la formalización. Sobre si va a tomar alguna acción por la situación que tuvo que vivir, Zúñiga reconoció que “eso lo vería en un futuro”.