La próxima semana será votado nuevamente en la Comisión Evaluadora Ambiental el proyecto energético GNL Penco, que ya tiene recomendación del Servicio de Evaluación (SEA) para ser aprobado. Sin embargo, el Consejo Regional en pleno, y con un voto político, rechazó la iniciativa.

Fue la primera iniciativa de este tipo que se presentó en la zona, hace casi cinco años, y en su momento, tras una difícil evaluación de su Estudio de Impacto Ambiental, fue aprobada en 2016.

Sin embargo, la Corte Suprema revocó la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) para este proyecto, conocido en sus inicios como Octopus, tras acoger el recurso de protección presentado por la asociación indígena Koñintu Lafken Mapu.

El máximo tribunal estableció en su sentencia que el SEA actuó de “manera ilegal y arbitraria al poner término anticipado a la consulta indígena sin haber acudido a la comunidad”.

Y tuvo que retrotraerse todo a la consulta indígena, que se realizó nuevamente y con dificultades, con la asociación indígena rechazando una vez más cualquier acuerdo u ofrecimiento de la empresa.

Álvaro Toro, abogado de la agrupación recurrente, explicó que el escenario no es el mismo pues ahora sí se habría completado la consulta en los términos que establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Hasta esta hora, no está programada una sesión de la Comisión Evaluadora el lunes, no obstante, por los plazos, la votación de este proyecto no debería pasar del jueves 29 de agosto.

La recomendación favorable del SEA para que sea aprobado el Estudio de Impacto Ambiental señala que el proyecto cumple con la normativa, los permisos, se hace cargo de los efectos y propone medidas de mitigación apropiadas.

Este escenario favorable para la empresa en lo técnico se da cuando el Consejo Regional reunido en pleno acordó el jueves rechazar el proyecto, y lo hizo también con un voto político en contra. Es la segunda vez que el CORE analiza el tema, la primera vez también fue rechazado por la totalidad de sus integrantes.

Hay que recordar que la revocación de la RCA trajo hace tres años una cadena de reacciones. En medio del pronunciamiento de la Corte Suprema se pidió la renuncia al director regional del SEA de entonces, Nemesio Rivas.

Además, la empresa tuvo que postergar la materialización de su proyecto asociado, la central termoeléctrica El Campesino en Bulnes, que también cuenta con RCA, y que hoy está en problemas por la licitación energética que ganó, pero que no ha podido cumplir pues no puede todavía edificarse.