Muerto en un sitio eriazo de la avenida Borgoño de Reñaca. Así fue encontrado este jueves Jorge Castillo Salazar, uno de los hinchas más emblemáticos de Everton de Viña del Mar y quien en 1996 protagonizó una de las presidencias más excéntricas de las que tenga registro el balompié nacional.

Conocido en su momento como el “Rey Midas del fútbol chileno”, su administración liderando el club de sus amores duró un poco más de un mes tras ser elegido a comienzos de dicho año, periodo en que en su inicio -de acuerdo a lo informado a La Estrella de Valparaíso– invirtió $50 millones de su bolsillo para pagar deudas de la institución.

Acto seguido, prometió incorporaciones de lujo para el plantel estelar de cuadro ruletero, que en ese momento buscaba ascender a primera división, contratando a figuras como Jaime Pizarro y José Daniel Morón; además de remodelar por completo el Estadio Sausalito y jugar la Copa Libertadores.

Asimismo, las “particularidades” de quien era conocido como el “Loco” no se quedaron allí, pintando calles de la ciudad jardín -e incluso un gato que vivía en el sede del club- con los colores de Everton; mientras que cercanos a su persona expresaron que incluso pensó en contratar como refuerzo a Carlos “Pibe” Valderrama para el primer equipo y a Michael Jordan para la rama de básquetbol.

Eso sí, sus decisiones no tardaron en tener consecuencias, dilapidando su patrimonio personal y siendo internado por su familia debido a un avanzado cuadro psicótico en una clínica viñamarina. Su presidencia duró 34 días.

Génesis de su patrimonio y prohibición de entrar a los estadios

De acuerdo a la publicación, el “Loco” previo a su llegada al club se desempeñaba como empresario de la basura, además de contar con una flota de micros, negocios que logró levantar tras ganar 8 millones de pesos en la Polla Gol.

A pesar de su breve y desastrosa gestión, que dejó a Everton con una deuda cercana a los $300 millones, no dejó de asistir al estadio a alentar al club de toda su vida, tradición que se vio interrumpida a partir de abril de 2018.

Fue en esa fecha, específicamente durante un partido entre los ruleteros y Universidad de Chile, en que Jorge Castillo ingresó al campo de juego para reclamar al arbitro por un cobro.

Lo que vino después de eso no fue menor, ya que tras las multa económica en contra de Everton fue la propia institución la que decidió pasarlo al listado de hinchas con código 102 de la ley de violencia en los estadios, es decir, con prohibición de ingresar a los estadios.

Sus últimos años no fueron mejores, ya que Jorge Castillo estaba en situación de calle y con graves problemas psicológicos, desembocando en lo ocurrido este jueves, cuando fue hallado sin vida por Carabineros.