Este viernes, el Obispado de Valparaíso respondió a la polémica que se ha generado en relación a los allanamientos que Fiscalía encabezó el pasado 13 de septiembre por el caso de abusos sexuales en la Iglesia y el presunto encubrimiento de sacerdotes.

Radio Bío Bío confirmó que, en ese día, la sede de Valparaíso complicó la incautación de dispositivos electrónicos, importantes para la investigación, escondiendo en un entretecho de la casona del arzobispado porteño archivos y un computador que estaban tapados bajo sábanas.

Al respecto, el obispado negó haber complicado el proceso de allanamiento y aseguró que el recurso de no innnovar que interpusieron ante la Justicia, después de dicho proceso, fue sólo “en el sentido de cuidar dos principios fundamentales de nuestra legislación en Chile: cuidar y proteger la dignidad y los derechos de todos los ciudadanos, y colaborar con la mayor eficacia con la justicia”.

En ese sentido, explicaron de forma indirecta que la dignidad de los religiosos habría sido pasado a llevar por el personal policial; razón por la cual presentaron el recurso.

Además, ya habían señalado que se mostraron molestos por la presencia de medios de comunicación a las afueras del obispado cuando ocurrió el allanamiento, ya que según indica la ley chilena el proceso debía ser privado.

En relación a lo descubierto por La Radio, sobre los elementos escondidos, la organización respondió que “(El Obispado) abrió sus puertas, no tenía nada oculto y el personal colaboró amablemente con el Fiscal. Así lo haremos cada vez que seamos solicitados. Siempre ayudaremos tal como lo hicimos ese día. Y en ese sentido estamos trabajando con resultados de conocimiento público”.