Los imputados, junto a otros sujetos, golpearon, torturaron y asesinaron a la víctima, propinándole heridas con elementos cortantes, punzantes y contundentes. Todo ocurrió en enero de 2022.

El Tribunal Oral en lo Penal de Iquique condenó a 15 y 20 años de presidio a tres imputados por el delito de secuestro con homicidio de un empresario de Iquique, hecho perpetrado en enero de 2022 en el sector de la toma La Mula de Alto Hospicio.

Según la acusación del Ministerio Público, dos hombres y una mujer aprovecharon la relación de cercanía de esta última para acceder a los registros comerciales de la víctima y proceder al delito.

El fiscal de foco Oscar Sáez detalló que en 2021, la víctima identificada como N.A.M.P. mantuvo como trabajadora a la acusada M.M.C. en el local comercial que tenía en una feria de Alto Hospicio, región de Tarapacá. Luego, mantuvieron una relación de confianza que permitió a la ciudadana venezolana conocer la situación económica de la víctima y de su familia.

El 6 de enero de 2022, la víctima salió desde su domicilio en Iquique cerca de las 10:00, con destino a la comuna de Alto Hospicio. No obstante, el empresario cambió su rumbo y se dirigió hacia la toma La Mula, en donde vivía la acusada M.M.C. En ese lugar fue retenido por los acusados, también de origen venezolano, A.A.P. y K.R.N., quienes lo amarraron y vendaron los ojos.

En el lugar fue fotografiado y grabaron audios con el objeto de exigir un rescate a la familia, indicándole al hijo del hombre que no debía concurrir a la policía por su liberación. Durante la noche y madrugada siguiente, los imputados junto a otros sujetos, golpearon, torturaron y asesinaron a la víctima, propinándole heridas con elementos cortantes, punzantes y contundentes.Luego, lo trasladaron a un inmueble cercano, donde fue enterrado.

Muerte que no impidió que los condenados siguieran con la extorsión, utilizando los registros fotográficos y de audios obtenidos durante el cautiverio. Enviaron las imágenes y audios al hijo de la víctima, exigiéndole la entrega de $50.000.000. Como el este no pudo reunir ese dinero, llegó a un acuerdo con los captores de pagar $11.000.000 en efectivo.

La entrega del monto se realizaría en Colchane, durante la mañana del 8 de enero, hasta donde el hijo del empresario fue seguido de cerca por funcionarios de la Policía de Investigaciones. No obstante, una vez en el lugar, los secuestradores condicionaron la liberación del cautivo a que el pago se realizara en territorio boliviano, lo que implicaba cruzar la frontera de forma ilegal. Eso finalmente no se concretó.

Mientras, el acusado K.R.N. fue el domicilio donde estaba enterrado el cuerpo, en Las Mulas, para desenterrarlo y trasladarlo hasta un sitio eriazo en el mismo sector. Esto con el fin de ocultarlo y que no fuera descubierto por funcionarios policiales que realizaban diligencias en el sitio.

Finalmente, funcionarios policiales dieron con el inmueble donde ocurrió el secuestro, y encontraron un cuchillo con rastros de sangre que se determinó era del empresario. Más tarde, detectives encontraron el cuerpo de la víctima en un sitio eriazo, envuelto en una sábana, amarrado de pies y manos, con su vestimenta completa y múltiples lesiones.