El obispo de Chillán, Carlos Pellegrín, confirmó la presentación ante la Iglesia de dos denuncias por presuntos abusos sexuales, ocurridos en la diócesis de esa ciudad.

La información fue dada a conocer la mañana de este jueves por la máxima autoridad eclesiástica de la capital de Ñuble, quien dio cuenta que el pasado 16 de junio recibió información de posibles abusos cometidos por el sacerdote Héctor Bravo Merino.

La acusación derivó en que dicho presbítero fuese notificado el pasado 21 de junio de una investigación previa para determinar la verosimilitud de la denuncia.

Según indicó Pellegrín, la indagación será llevada adelante por un sacerdote oriundo de otra diócesis, para garantizar la transparencia e imparcialidad de dicho proceso que durará 30 días.

De todos modos, el propio acusado se presentó ante la Fiscalía para ponerse a disposición de una eventual investigación de parte del Ministerio Público.

Sin detalles

Por otra parte, el obispo de Chillán afirmó que esta semana se sumó una segunda denuncia por un caso similar en la misma diócesis. Sin embargo, la autoridad de la Iglesia se excusó de dar detalles sobre este caso, puesto que por el momento se está procesando la información por esta acusación.

Frente a estos hechos, Pellegrín reiteró el llamado a acercarse a la Iglesia y otras instancias para formalizar denuncias por este tipo de situaciones.

Asimismo, detalló que se integró a la abogada Paula Cornejo para tramitar nuevas denuncias.

La confirmación de las denuncias se dan luego de que la Nunciatura Apostólica en Chile comunicara la madrugada de este jueves que el papa Francisco aceptó las renuncias presentadas por los obispos Alejandro Goic y Horacio Valenzuela.

Mediante un comunicado, la iglesia indicó que su máxima autoridad aceptó el desistimiento “al gobierno pastoral de la diócesis de Rancagua, presentada por monseñor Alejandro Goic Karmelic; y al gobierno pastoral de la diócesis de Talca, presentada por monseñor Horacio Valenzuela Abarca”.