Luego que la mañana de este viernes se conociera que los obispos pusieron sus cargos a disposición tras las reuniones con el Papa en Roma, algunos de ellos arribaron al aeropuerto de Santiago.

Si bien la mayoría se inclinó por el silencio, el obispo de Chillán, Carlos Pellegrin, afirmó que asume la responsabilidad, pese a que no estaba en la jerarquía cuando ocurrieron los hechos denunciados.

En la instancia, además, explicó que seguirán en sus cargos, a menos que Francisco diga lo contrario. “Cuando usted pone a disposición del Santo Padre su cargo, está reiterando algo que siempre existe: el Papa nombra a los obispos y sólo él los puede remover”, sostuvo.

“Nosotros seguimos en completo control y rol como obispos en nuestras diócesis”, sostuvo.

Pellegrin añadió que están dolidos por todo lo ocurrido y que si el líder de la Iglesia acepta la renuncia, lo hará por “amor a la Iglesia”.

Al ser consultado por los hechos para encubrir los abusos, dijo que no tiene toda la información, por lo que no es el indicado para comentarla. Pese a ello, aseguró que “me parece que son completamente inadmisibles e inaceptables”.

El otro sacerdote que emitió declaraciones fue el obispo de San Felipe, Cristián Contreras, quien aseguró que “este proceso no termina acá, sino también con lo que se irá construyendo más adelante”.