La Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdivia (Acoval), de la región de Los Ríos, planteó su rechazo y desacuerdo a las indicaciones presentadas por el Ministerio de Obras Públicas (MOP) al proyecto que reforma el Código de Aguas, que establecen mantener la perpetuidad de los derechos sobre esta.

Un parlamentario por la zona catalogó como un retroceso y una condena para el país la determinación.

Lo anterior, luego de que el MOP ingresara ante la Cámara de Diputados la indicación sustitutiva al Código de Aguas, que considera una inversión fiscal durante el primer año de más de $2.200 millones.

Al respecto, el Gobierno anunciaba la búsqueda de mayor certeza jurídica de los derechos de aprovechamiento, señalándose en dicha indicación que esto es fundamental para un modelo de gestión del agua con participación privada, proponiendo no innovar respecto de su duración, su transferencia y no caducidad de los derechos, vale decir mantiene la perpetuidad de estos.

Al respecto, desde la Asociación de Consumidores y Usuarios de Valdivia (Acoval), su presidente, Rubén Parada, expresó su rechazo y desacuerdo a la iniciativa, instando a ejecutar una reforma profunda sobre el código nacional de aguas.

Al respecto, el parlamentario por la zona y miembro de la comisión de Obras Públicas de la Cámara, Marcos Ilabaca, aseguró que mantener la perpetuidad de los derechos en privados es un retroceso y implica condenar al país.

Parada agregó que la escasez de los recursos hídricos en el país y la zona, se debe principalmente a la especulación que se hace de estos derechos, llamando al Gobierno a propiciar un debate en la materia.

Según dijo, la indicación establece mantener la perpetuidad de estos derechos pese a que desde el Gobierno se anunciaba, su eventual modificación a indefinidos, cosa que para Acoval tampoco es una solución, ya que, aseguró, uno los convierte en inmodificables y el otro crea incertezas sus los plazos.

No obstante, dicha indicación plantea ampliar las facultades para la expropiación derechos de aprovechamiento de aguas y para el establecimiento de reservas acuíferas, no sólo para consumo humano sino también para conservación.

Lo anterior se da aún cuando dicha facultad jamás ha sido aplicada para consumo humano, a pesar de los graves problemas de abastecimiento en diversas zonas del país.