Hasta el momento no hay certeza respecto a qué mecanismo se usará para asegurar que las zonas rurales y aisladas reciban agua potable en camiones aljibes.

El fin del decreto de escasez hídrica en la provincia de Osorno, que implicó el término de la entrega de recursos desde el Ministerio del Interior a los municipios para el arriendo de camiones aljibes que entregan agua potable a miles de familias de comunidades rurales, reflejó una delicada situación que se expone hace años en la zona: la dificultad en el acceso al recurso hídrico.

Lo anterior por distintos motivos, que van desde las características geológicas, escasez de lluvia, excesiva burocracia, cambio climático e incluso voluntad política para solucionar un problema que debiera mirarse como un derecho humano.

En la zona sur, sobre todo en invierno, cuando se concentran las lluvias, el acceso al agua está asegurado para todos. Sin embargo, hace años en la provincia de Osorno hay sectores rurales que dependen de la entrega de agua con camiones aljibe durante todo el año.

Hace una semana quedó en evidencia la fragilidad del suministro del vital elemento, cuando con el fin del decreto de escasez hídrica en la provincia, también terminó la entrega de recursos del Ministerio del Interior a los municipios para el arriendo de estos camiones, dejando a estas entidades en una delicada situación.

Una formalidad legal que busca administrar de mejor manera los recursos públicos; sin embargo, al no considerar las particularidades del territorio y pese a que desde la Delegación Presidencial se aseguró que nadie quedaría sin agua, cumplido el plazo el pasado lunes 2 de octubre la entrega se interrumpió en Purranque, San Pablo y San Juan de la Costa.

Dificultades para acceso de agua

En la provincia se habla de escasez hídrica, pero también de dificultad en el acceso al agua potable. No se trata solo de que no hay agua, sino más bien de que aunque esté presente -en lluvias, napas subterráneas y ríos- acceder a ella es posible sólo para algunos, según denunció la dirigente del comité de agua potable rural de Forrahue, Cecilia Tejeda.

La doctora en recursos naturales y directora del Laboratorio de Limnología del Departamento de Acuicultura y Recursos Agroalimentarios de la Universidad de los Lagos, Norka Fuentes, explicó una de las causas de que las napas subterráneas no almacenen suficiente agua, aun cuando llueve a veces de forma abundante.

La directora regional Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas, Paloma Jara, dijo que hay varias tareas pendientes para adaptarse a la situación actual, añadiendo que una de las dificultades para habilitar sistemas de agua potable rurales es la geología de la zona.

También está el hecho de que no se puede captar agua desde cauces cuyos derechos están tomados por particulares, pues la ley permite que el agua de un río, aunque no se utilice para consumo, sí puede pertenecer a privados y tranzarse como cualquier otra propiedad.

Por ahora la entrega de agua en camiones aljibe se mantiene, pero se desconoce qué mecanismo asegurará el suministro de cara a la época estival, que es cuando más escasea el recurso hídrico.

Desde la representación del Ministerio del Interior en la región no fue posible obtener información respecto a qué fue lo que ocasionó que por tres días cientos de personas no hayan tenido agua potable en sus casas, pese a los múltiples intentos de la radio.

Tampoco se conoce a la fecha qué instrumento legal asegurará la entrega de agua potable a las comunidades, mientras se avanza lentamente en la adaptación a la disminución de las lluvias, los efectos del cambio climático y el aumento en la población en sectores rurales.