A un año de la pandemia las autoridades locales de salud agradecieron el esfuerzo de los trabajadores y aseguraron que el Gobierno planea aumentar la capacidad de camas antes del 22 de marzo.

12 meses pasaron desde que una joven de 20 años fue diagnosticada como portadora del virus covid-19 tras llegar de un viaje en Europa, donde recorrió principalmente España. Diagnóstico que fue conocido en Puerto Montt.

Era una realidad distinta, no había mucha preparación para la contingencia y el miedo se apoderó de la ciudadanía a tal punto que muchos se comenzaron a volcar a los supermercados.

Mascarillas y guantes desechables escaseaban en el comercio. Mientras en los centros asistenciales los trabajadores de la salud comenzaban un periplo que se extendería hasta la actualidad.

La directora del Hospital Regional, Mónica Winckler, reconoció el esfuerzo y homenajeó a las funcionarias del principal centro asistencial de Los Lagos.

Además, la profesional agregó que hace poco crearon una resolución para poder proteger, crear conciencia o auxiliar a las mujeres que viven violencia intrafamiliar, siendo funcionarias del hospital regional.

Capacidad hospitalaria

La capacidad hospitalaria se modificó. Hace un año, la cantidad de camas que existía estaba muy por debajo de las 90 operativas que hay funcionando en el ex hospital base de Puerto Montt. Mientras el actual centro asistencial de nivel avanzado mantiene 608 en total, de las cuales 36 son UCI, 69 UTI y las demás de mediana complejidad.

Si hay que enviar pacientes a otra zona del país, con lo complejo del actual escenario, el coordinador de la red asistencial, Jorge Tagle, señaló que el sistema con el que trabajan entregaría un cupo en cualquier parte de Chile, en caso de ser necesario.

Pese a toda la tensión del sistema sanitario, en la región de Los Lagos no se ha llegado al debate de la última cama.

Las autoridades aseguran que existe un comité de bioética donde se tocó el tema, pensando en no caer en el ensañamiento terapéutico y adecuando los tratamientos que corresponden al estado de salud de cada paciente. Con lo que se asegura que cuando alguien ha necesitado una cama UCI jamás se ha fallado, sentencian.