Hace exactamente un año, el 29 de julio de 2019, el bus Línea Azul que realizaba el recorrido desde la capital hasta La Araucanía volcó en las cercanías de San Francisco de Mostazal.

Allí murieron seis personas, entre ellas una menor de 9 años, Florencia Ceballos, y su abuela, lo que hoy mantiene investigado penalmente al dueño de la empresa de buses, Marcelo Hernández y otros dos trabajadores, el conductor y el encargado de taller.

La madre de la pequeña, Leslie Ceballos, dijo que hasta ahora sólo existe impunidad para los presuntos responsables, dilatándose el proceso por la actual situación sanitaria.

“A un año de la muerte de Florencia, tenemos impunidad para el asesino, no tenemos justicia efectiva para el asesino, ni para los culpables y responsables de este siniestro fatal que enlutó mi vida y la de mi familia”, expresó.

La mujer confirmó que pese a estar agendado para marzo el juicio por el caso, recientemente ampliaron por 100 días más el plazo a la espera de otros informes de la Sección de Investigación de Accidentes de Tránsito (SIAT).

“Nos parece irrisorio, porque todos sabemos que las pruebas para poder condenar a estos desgraciados están. Patente clonada, mecánica deficiente y un montón de otras irregularidades que son suficientes para culpar a un presunto culpable”, manifestó Ceballos.

De acuerdo a la investigación de la Fiscalía, se habría podido comprobar que la máquina involucrada en el accidente circulaba con la patente adulterada.

El dueño de la empresa fue formalizado por su presunta responsabilidad, quedando en prisión preventiva. Sin embargo, previo al pago de un fianza de 200 millones de pesos, fue sometido al arresto domiciliario.

Este artículo describe un proceso judicial en curso
Existe la posibilidad de que los cargos sean desestimados al finalizar la investigación, por lo cual NO se debe considerar al o los imputados como culpables hasta que la Justicia dicte sentencia en su contra.
(Artículo 04 del Código Procesal Penal)