Tres serían los problemas más urgentes que vive la región de Coquimbo: la falta de forraje alimenticio para el ganado, especialmente caprino; la falta de agua para consumo humano y animal; y la cesantía. Todo ello, derivado de la grave sequía que afecta a la zona por la falta de lluvias.

Esta es calificada como la más grave de los últimos 70 años.

Por este motivo, se efectuó una extensa reunión entre el Consejo Regional y los alcaldes de las comunas más afectadas en la región, en la cual se esperaba la asistencia del ministro de Agricultura, Antonio Walker, quien finalmente se excusó y anunció una visita en 15 días más.

En esta reunión, se acordó solicitar a nivel central la liberación a la brevedad de los dineros aprobados por el CORE -1.280 millones de pesos- para ser destinados a la compra de forraje para los animales, a revestimiento de canales y ocupación en maquinaria de trabajo.

Tras esto, se solicitarán recursos adicionales al Gobierno para continuar y ampliar el programa Pro-Empleo, según lo explicó la presidenta del CORE de Coquimbo, Adriana Peñafiel, recordando que hoy viven una “emergencia”.

Muchas familias afectadas por la sequía, incluso adultos mayores, han llegado a compartir sus pocos alimentos con sus animales para evitar que estos mueran, según lo relató el alcalde de Convarbalá, Pedro Castillo.

“Se está viviendo una crisis dramática en el sector rural de la región de Coquimbo, con mortalidad animal, praderas agotadas, gente que ha tomado la decisión de no comprar víveres con sus escasas pensiones para poder comprar forrajes para sus animales. De esa magnitud estamos hablando”, expuso Castillo.

Si se liberan desde Santiago los dineros aprobados por el CORE, se podría pensar en la entrega de forraje para los animales y alimento para las personas a partir de mediados de agosto próximo.