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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El Gobierno se muestra distante en el tramo final de la campaña presidencial, con la ministra vocera Camila Vallejo enfatizando la neutralidad institucional y delegando responsabilidades en los comandos de los candidatos. Tras cuestionamientos al presidente Boric por comentarios previos, se busca evitar interferencias y mantener un ambiente de debate respetuoso.

En un intento del Ejecutivo de evitar nuevas controversias, el Gobierno dejó claro este lunes que tomará distancia del tramo final de la campaña presidencial.

Tras la primera vuelta —que dejó a Jeannette Jara en un escenario cuesta arriba frente a un José Antonio Kast fortalecido por la suma natural de las fuerzas de derecha—, el Ejecutivo parece haber optado por un repliegue cuidadoso.

En la vocería de este lunes, la ministra Camila Vallejo encarnó esa decisión: evitó responder preguntas clave, enfatizó el rol institucional del gobierno y dejó todas las responsabilidades electorales radicadas en los comandos.

Además, cerró la posibilidad a un cambio de gabinete orientado a soltar a algún ministro para reforzar el equipo de la candidata Jeannette Jara.

La Moneda se repliega

El Gobierno quiere tomar distancia en el último tramo de la presidencial y así lo dejó claro la ministra vocera, Camila Vallejo, durante esta jornada, marcando límites en asuntos electorales y eludiendo definiciones de cara a la segunda vuelta.

Lo anterior, luego de los cuestionamientos que recibió el propio presidente Gabriel Boric por algunos comentarios que lanzó en medio de la carrera presidencial, que generaron incomodidades en el sector y alimentaron la presión para que La Moneda volviera a la neutralidad institucional.

Vallejo se limitó a comentar que “Chile ha decidido que estas dos candidaturas pasen a segunda vuelta”, y que lo esperado ahora es “un debate respetuoso y basado en las ideas y no en descalificaciones”. Un mensaje que apuntaría a calmar el clima político, pero también a marcar distancia de interpretaciones sobre un favoritismo desde el Ejecutivo.

Vallejo recalcó además, que las prioridades del Gobierno están enfocadas en trabajar hasta el 11 de marzo “como corresponde” y que el foco será la tramitación del Presupuesto 2026, fin al CAE, la creación del FES, el proyecto Sala Cuna para Chile, el subsidio unificado al empleo y la ley para facilitar el levantamiento del secreto bancario, iniciativas que buscan concretar antes del fin del periodo.

Vallejo y cero política ficción

Un asunto inevitable fue el rol que asumirá La Moneda frente a la candidatura de Jeannette Jara, que quedó por debajo del esperado 30% y deberá buscar votos fuera del eje tradicional de la izquierda en territorios complejos para su sector. Pero Vallejo repitió la línea institucional:

“El gobierno va a seguir haciendo y diciendo lo que tenga que hacer y decir, bajo el liderazgo del Presidente. Los candidatos y sus comandos tienen la tarea de informar y garantizar el clima democrático”, respondió, sin entregar un solo gesto político adicional.

Con ello, evitó también entrar al debate abierto por algunos parlamentarios del Socialismo Democrático que habrían pedido que el Presidente se mantenga al margen para evitar un exceso de protagonismo en la segunda vuelta. La ministra solo comentó que esas críticas “son parte del análisis que hagan los parlamentarios”, reiterando que la prioridad del Ejecutivo es “hacer avanzar al país”.

Consultada por un eventual cambio de gabinete para reforzar el comando de Jara, Vallejo cerró la puerta: dijo que las modificaciones son “responsabilidad exclusiva del Presidente” y no realizará “política ficción”.

La cautela de la vocera confirma el nuevo tono del Ejecutivo: uno más distante, medido y enfocado en lo institucional, en un momento en que la candidata oficialista enfrenta una segunda vuelta cuesta arriba y el gobierno busca evitar que cualquier desliz se convierta en un flanco político adicional.