La petición del alcalde de Maipú a La Moneda, al solicitar apoyo militar para combatir la delincuencia y el crimen organizado, expuso una nueva fractura al interior del oficialismo. Si bien algunas figuras coinciden en la interna de las fuerzas del Gobierno, hay voces dentro de la misma colectividad que acusan que la desesperación llevó a Vodanovic (RD) a "mimetizarse con los discursos de la ultraderecha". En tanto, desde el análisis político, sostienen que hay un descoordinación en el relato y en la identidades políticas del Ejecutivo.

“Este tema hay que zanjarlo ya”, dijo el presidente Gabriel Boric al ser consultado por la solicitud del alcalde oficialista, Tomás Vodanovic (RD), respecto al apoyo militar para el combate al crimen organizado.

Pese a la enfática respuesta del mandatario, la idea expuso una nueva discrepancia al interior de las fuerzas del Gobierno y que, incluso, expertos sostienen que revela una contradicción en el relato oficialista.

La postura en La Moneda es que “los militares no están entrenados para hacer control de orden público”, pero Boric no descartó la posibilidad frente a lo que calificó como aumento en la percepción de inseguridad.

“Nosotros estamos totalmente disponibles, no solamente para evaluarlo, sino para implementarlo con todas las exigencias que demande la ley”, complementó el jefe de Estado.

Solicitud de alcalde Vodanovic (RD): “Podría revelar una crítica a las policías y al Gobierno”

Con la idea que el Estado disponga de todas sus herramientas y “con responsabilidades bien claras”, el alcalde de Maipú pidió la presencia de militares frente a los últimos hechos de violencia ocurridos en su comuna.

Lo anterior dio paso a distintos análisis respecto a la intención de la solicitud que, recordemos, se anunció a la prensa en La Moneda y tras una reunión con la ministra de Interior, Carolina Tohá.

Para el analista político Tomás Duval, la petición responde a una “constatación de que la seguridad es un problema candente e importante”, pero también que “el Estado está fracasando” en esa materia.

“Podría revelar una crítica a las policías, Carabineros en una reforma pendiente por ejemplo, y al Gobierno (…) los alcaldes han tenido alto grado de sensibilidad para develar las urgencias de la ciudadanía”, dijo.

El Dr. Javier Agüero, quien estudia la filosofía política y es académico de la Universidad Católica del Maule, comentó que “hay un problema geopolítico y sociológico a nivel regional en América Latina”.

Dicha problemática, sostuvo, es que no se comprenden las causas que originan el fenómeno y “lo que hacemos es más bien apuntar a la militarización de las comunas (…) medidas populistas de cara a las próximas elecciones municipales”, aseguró.

La nueva fractura en las filas del oficialismo

Se debe precisar que lo expuesto por Vodanovic (RD) no es algo nuevo dentro de las filas oficialistas. Fue el pasado mes de enero que el diputado Raúl Soto (PPD) apuntó a lo mismo.

“Llegó la hora de sacar a los militares a la calle para complementar los esfuerzos policiales en materia de seguridad”, dijo en la instancia el parlamentario. Aún así, no tuvo la misma repercusión.

Ahora, si bien la petición fue compartida por alcaldes como Cristopher White (PS), de San Bernardo, y la alcaldesa de Ñuñoa, Emilia Ríos (RD), la idea del despliegue militar genera división en la interna.

Argumentando que “la experiencia muestra que no son realmente útiles en asuntos de seguridad pública y que el riesgo es alto para la población”, desde Comunes rechazaron la idea.

En la misma línea, desde el Partido Socialista, aseguran que la preparación de las Fuerzas Armadas “no es aquella necesaria para estar en barrios civiles, donde hay niños, hay personas transitando”.

La situación en el PC va más allá: mientras la alcaldesa Irací Hassler coincidió con lo solicitado por su par de Maipú, desde Recoleta, el alcalde Daniel Jadue comparó la petición con discursos de ultraderecha.

“Me parece que sí es relevante el debate que se ha abierto y la posibilidad de aprovechar todas las capacidades que tiene el Estado y particularmente de un rol de las Fuerzas Armadas”, dijo Hassler a Radio Pauta.

Jadue, por su parte, lamentó las declaraciones y dijo que sus colegas “empiezan a sentir desesperación y a mimetizarse con los discursos de la ultraderecha”.

“Me sorprende que gente que fue elegida como autoridades de izquierda se termine mimetizando con las posiciones de derecha y no entienden que aquí lo que hay que hacer es sacar al pizarrón a la derecha” dijo el alcalde comunista en su programa de YouTube “Sin Maquillaje”.

La “descoordinación” en el relato del Gobierno

Para el también académico Tomás Duval, lo que llama la atención es que Vodanovic -quien es integrante del Frente Amplio- “asume un discurso que era propio del Partido Republicano”.

Lo que, a su juicio, “conlleva un problema político para el Gobierno” pues “recurrir a las FFAA para solucionar un problema público ello es muy lejano a las identidades políticas del oficialismo”.

“También se constata una debilidad de no tener en su origen una política pública para la seguridad, de ahí se puede ampliar las fracturas del oficialismo en estas materias”, agregó.

Finalmente, para el académico Javier Agüero, “el alcalde se fuga del típico curso de izquierda antimilitarista” y “ya no es novedad este tipo de discolaje (…) cuesta ubica quién es quién, es mapa es muy difuso”.

“La medida del alcalde Vodanovic podría ser perfectamente promovida por un alcalde del Partido Republicano (…) es tal nivel de descoordinación y falta de estrategia comunicacional en el relato del Gobierno”, aseguró.

A continuación, Agüero sostuvo que “no hay ningún tipo de hoja de ruta que revele coordinación (…) el Presidente acogió la posibilidad de poner militares en las calles”.

“Y estamos hablando de Gabriel Boric, no de José Antonio Kast”, añadió. Por lo que -a su juicio- “no son las ideas las que definen el relato, sino que es la urgencia de la situación cotidiana y la contingencia”, cerró.

Tomás Duval y Javier Agüero