Para Alberto Fernández, "aquel 11 de septiembre, todo se volvió oscuro", y agrega que "no sabíamos quién era Pinochet, pero sí sabíamos lo que podía venir en Chile".

Uno de los invitados que no pudo decir presente en la conmemoración oficial de los 50 años del golpe de Estado fue el presidente de Argentina, Alberto Fernández, pero que sí envió un mensaje al Presidente Gabriel Boric y a todo el país.

En su mensaje, grabado en video y subido por Boric a su cuenta de Twitter, Alberto Fernández comienza relatando cómo se vio desde Argentina los hechos que quebraron la democracia en Chile durante 17 años.

“Aun recuerdo bien aquel 11 de septiembre de 1973, porque la Argentina se conmovió, como se conmovió todo el mundo, pero tal vez allí donde éramos todos parte de una generación que emergía en una novel democracia después de años de dictaduras“, asegura el mandatario trasandino.

Fernández también tuvo palabras para Salvador Allende, sobre quien dijo que “todos mirábamos como un ejemplo de una democracia que estaba produciendo una revolución en la sociedad chilena”.

“Se había instalado un gobierno popular, que por primera vez estaba revisando las lógicas conservadoras de una sociedad que, como suele pasar en nuestro continente, se siente dueña de sus países”, agregá el jefe de Estado argentino.

Para Alberto Fernández, “aquel 11 de septiembre, todo se volvió oscuro”, a lo que agrega que “no sabíamos quién era Pinochet, pero sí sabíamos lo que podía venir en Chile”.

“Ese día también se murió Salvador Allende y la tragedia empezó en Chile. Más de 40 mil personas fueron perseguidas, torturadas, asesinadas, exiliadas. Tuvieron que escapar de Chile. Más de mil chilenos aún están desaparecidos”, dice Alberto Fernández en su mensaje.

A esto, agregó que “el régimen totalitario de Pinochet acabó con la vida y con la tranquilidad de miles de chilenos, y sirvió para que toda América Latina viera en él a un cruel dictador que definitivamente hizo mucho daño a la democracia chilena.

Democracia que, a juicio del presidente argentino, se ha puesto en entredicho durante los últimos meses “en Chile, Argentina y todo el mundo”.

“Aún hoy en Chile, perduran voces que defienden y recuerdan aquel día como un día de recuperación de Chile. Son voces que definitivamente no valoran la democracia y que lo único que valoran es seguir sintiéndose dueños de su patria”, asegura el mandatario trasandino.

Por último aseguró que se viven momentos en los que “afloran los discursos del odio, donde vuelve aflorar la mirada antidemocrática en Chile, en Argentina, en todo el continente, en todo el mundo”.

Termina su mensaje expresando su deseo de “estar allí por Salvador Allende, por la democracia, por la libertad, por los derechos humanos violados por Pinochet. Lamentablemente no llegué, pero estoy con ustedes, ¡Viva Chile!”.