El exfiscal Carlos Gajardo sentenció que "la vara" que dejó Abbot es "bastante baja", lo que abre una oportunidad para el recién asumido Fiscal Nacional. Eso sí, enfatizó en que Ángel Valencia debe transparentar con quién trabajó e inhabilitarse cuando corresponda.

Es importante que la ciudadanía recupere la confianza en el sistema de justicia del país, apuntó el exfiscal Carlos Gajardo, quien indicó que evidentemente el proceso generó un impacto en esta materia, aunque confía en que Ángel Valencia -el nuevo Fiscal Nacional- tiene la capacidad para encabezar los desafíos del Ministerio Público.

Al respecto, Gajardo dijo que debe existir transparencia ante posibles conflictos de interés en su quehacer privado.

“Es importante conocer a qué personas defendió cuando era abogado privado y, una vez transparentado, el paso siguiente es que bien tiene el deber de abstenerse. Entonces, él en una serie de decisiones va tener que decir ‘yo en este tema me abstengo’, porque fui abogado de tal persona”, señaló el expersecutor.

En esta línea, Gajardo dijo que “la decisión de este punto la va a tomar el Fiscal Nacional subrogante. Eso es lo que corresponde, y fíjese que tengo pocas dudas que así va a ser”.

Exfiscal Gajardo apunta a que Abbott dejó “la vara bastante baja”

Con todo, y con su abrupta salida del Ministerio Público hace 4 años, ahora el abogado Gajardo asegura que la Fiscalía se debilitó durante el periodo de Jorge Abbott.

“Nosotros lo que tuvimos básicamente fue un Fiscal Nacional ausente durante los últimos siete años. Un Fiscal Nacional que tenía poca impronta, que tenía poco liderazgo al interior de la institución, por eso tuvo muchos conflictos internos (…)”, manifestó el abogado.

Así también señaló que: “creo que se recibe una Fiscalía Nacional muy debilitada, pero es una gran oportunidad para el nuevo Fiscal Nacional, Ángel Valencia, porque yo creo que puede marcar una diferencia importante en la manera que desarrolla su trabajo. De alguna manera, la vara le quedó bastante baja para hacer su trabajo”.

La importancia y la diferencia, recalcó Carlos Gajardo, estarán radicadas en que avancen con total independencia las investigaciones que afecten a personas poderosas, en los denominados delitos “de cuello y corbata”.