Reconociendo dificultades, la ministra del Interior, Izkia Siches, abordó los dos primeros meses en el cargo, las expectativas, las críticas, la baja en su aprobación, el fallido viaje a Temucuicui y la violencia. En este contexto, la autoridad de Gobierno recalcó que el principal desafío es disminuir el poder de fuego de las bandas de crimen organizado y que la seguridad "no puede ser un asunto de derechas o izquierdas. Es un desafío de Estado”.

La ministra del Interior, Izkia Siches, realizó un balance de los primeros meses en el cargo, las dificultades y las principales urgencias, como disminuir el poder de fuego de las bandas de crimen organizado.

En conversación con el medio español El País, la jefa de Gabinete reconoció que “siempre supe que iba a ser complejo el aterrizaje en este ministerio, porque hay muchas aristas y mucho trabajo. Pero creo que cada día vamos viendo cómo se pueden ir resolviendo las distintas problemáticas”.

La autoridad detalló que entre lo más agobiante de la cartera que lidera es “la cantidad de información que tenemos como Ministerio del Interior, se trata del registro de todos los conflictos en todo el territorio nacional, no solo los que aparecen por la prensa y las redes sociales”.

“La contingencia cotidiana es más de lo que uno hubiera pensado. Sobre todo, el acceso a la información: saberlo absolutamente todo”, añadió.

Dificultades en la gestión

Siches afirmó que existe un proceso de adaptación y aprendizaje tanto para ella como para el Gobierno en general, y que, su caso particular, “ha sido un poco más agresivo. He recibido directamente muchas más descalificaciones y agresiones”.

Si bien afirmó que las agresiones personales y las especulaciones de la prensa la han desalentado, afirmó que “en cada uno de estos embates, en vez de debilitarse, una se va haciendo un poquito más fuerte. Se va endureciendo la piel. Y, sobre todo, también va ponderando qué cosas son importantes y qué no. Y también va palpando cuál es la situación de la ciudadanía”.

Fallida visita a Temucuicui

Sobre su fallida visita a Temucuicui, donde desconocidos impidieron el avance de su comitiva a la comunidad mapuche efectuando disparos al aire, Siches aseguró que “más allá de la envergadura y de lo preocupante que es la situación de violencia en la zona, personalmente no sentí en riesgo mi vida en ningún momento. Puede haber sido parte de la adrenalina, quizá, pero lo entendí como una protesta, tal como ocurre en muchos lugares de nuestro país”.

Fuego amigo y baja en encuestas

Ante las críticas que han surgido dentro de la coalición de Gobierno, la ministra indicó que “más que fuego amigo, creo que hay expectativas en el desempeño de mi cargo y hemos estado trabajando fuertemente como ministerio del Interior para, justamente, estar al nivel de esas expectativas. Espero que no solo gente de nuestra coalición, sino la ciudadanía, logre ver las acciones que estamos emprendiendo”.

En solamente dos meses, la aprobación de la expresidenta de Colmed ha sufrido una caída estrepitosa. Pasó de un 54% de apoyo a un 33%, de acuerdo a Cadem.

Ante eso, dijo que son “fotografías de un momento. Me interesa que, con el trabajo cotidiano, podamos mostrarle a la ciudadanía que estamos en sintonía con su sentir y que queremos los mismos resultados que ellos esperan”.

Reconoció que “evidentemente, hay que trabajar en algunas áreas, pero seguir mostrando a qué vinimos al Gobierno, hacerlo de forma efectiva y seguir mirando cómo nos desenvolvemos con las personas”.

“Entiendo que la política funciona en parte así. Pero lo rechazo tajantemente. Me parece que es una mala fórmula. Vengo de una cultura política muy alejada de House of Cards y de peleas y rencillas internas. Soy muy refractaria a los off the record y a los comidillos de pasillo. Creo en una política colectiva que, más que competitiva, pretende sumar los esfuerzos de las distintas carteras. Más que codazos, nos dedicamos a impulsar un proyecto que no solamente le hace bien a nuestro Gobierno, sino también a Chile”, complementó.

La autoridad recalcó que el Gobierno asumió aún con las heridas abiertas del estallido social, además de los desafíos generados por la pandemia, la crisis económica y el aumento en hecho delictuales.

Sobre lo último, aseguró que lo que actualmente ocurre en el país es “una llamada de alerta” y que se “requieren políticas de Estado para que no siga aumentando el poder de fuego de las bandas criminales”.

La izquierda y el uso de la fuerza para mantener el orden

Siches aseguró no tener ningún trauma sobre el uso de la fuerza por parte del Estado para mantener el orden público.

“Soy madre, soy vecina y, al igual que gran parte de la ciudadanía, quiero vivir en un país más ordenado, en paz, en donde el poder de fuego y los delincuentes estén contenidos. No tengo ningún trauma y las policías y el tema de seguridad no puede ser un asunto de derechas o izquierdas. Hoy en día es un desafío de Estado”, cerró.