"A las tres de la mañana aproximadamente escuché unos espantosos gritos de mujer", aseguró una testigo, que podría ser clave en el juicio contra el chileno Nicolás Zepeda, quien está acusado de asesinar a su exnovia, Narumi Kurosaki.

Este lunes se desarrolló la quinta jornada del juicio en contra de Nicolás Zepeda, acusado del homicidio de Narumi Kurosaki, cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado.

Se trata de un hecho ocurrido la madrugada del 5 de diciembre de 2016, cuando la joven japonesa desapareció luego de cenar junto al chileno, con quien mantuvo una relación que se había acabado hacía unos meses.

Zepeda arriesga una condena a cadena perpetua por “homicidio voluntario con premeditación”, de acuerdo a la acusación de la fiscalía francesa.

Los “espantosos gritos de mujer” la noche que desapareció Narumi

Durante esta jornada, en tanto, se presentaron testimonio de otros residentes del lugar donde se vio por última vez a Narumi, quien aseguran haber escuchado “espantosos gritos de mujer”.

“A las tres de la mañana aproximadamente escuché unos espantosos gritos de mujer”, aseguró Rachel Roberts-Hope, joven escocesa que vivía en la residencia de Besançon.

Al escuchar los chillidos, “tuve mucho miedo, cerré mi puerta y apagué la luz de mi habitación”, señaló la escocesa, admitiendo que “lamenta” no haber “avisado a la policía” en ese momento y haber esperado al 9 de diciembre para hacerlo.

La testigo no pudo retener el llanto y, enjugándose las lágrimas, reconoció que recordar aquella noche todavía la hace “sufrir”.

Nicolás Zepeda se habría escondido en la residencia antes de la desaparición

Pero además, otro de sus testimonios complican aún más la situación judicial de Zepeda en territorio francés.

De acuerdo a Roberts-Hope, Nicolás Zepeda se habría escondido en la cocina de la residencia universitaria donde vivía su antigua novia, tres días antes de su desaparición.

Según señalaron, el chileno estaba vestido de negro y con guantes negros. No obstante, sólo lo identificó a partir de unas fotos facilitadas por la policía.

“Mi corazón se aceleró, me puse a llorar”, explicó la testigo. “Me di cuenta de que él podía ser el asesino”, agregó.

El merodeador de capucha y guantes negros

Precisamente, nuevas imágenes presentadas en el juicio muestran que entre el 1 y el 3 de diciembre, un sujeto vistiendo ropa oscura y capucha apareció en once ocasiones, merodeando la residencia.

El desconocido, cuyo rostro no es posible identificar, rondó el edificio y tomó fotografías. Sin embargo, a juicio de la fiscalía francesa y a partir de los testimonios, el merodeador sería Zepeda.

Si bien se esperaba que el chileno pudiera responder a las preguntas de la Fiscalía, esto fue postergado ante la entrega de la nueva evidencia.

De esta forma, este martes podría ser interrogado donde deberá responder ante las nuevas pruebas y testimonios que se entregaron durante esta jornada.