Italia pidió la extradición de tres exmilitares chilenos, condenados a cadena perpetua en Roma por su implicación en la desaparición de italianos durante el Plan Cóndor, la operación represiva coordinada en América Latina en las décadas de 1970 y 1980, confirmaron a la agencia Efe hoy fuentes del Ministerio de Justicia.

El requerimiento deberá ser ahora visto por la Corte Suprema chilena.

La ministra italiana de Justicia, Marta Cartabia, firmó la orden de arresto provisional y de extradición para el antiguo coronel Rafael Ahumada Valderrama, el exsuboficial Orlando Moreno Vásquez y el exbrigadier Manuel Vásquez Chauan, que habían sido sentenciados a cadena perpetua por el Tribunal de Apelación de Roma en julio de 2019.

Esa condena fue confirmada después de que sus abogados no presentaran recurso ante el Tribunal Supremo italiano, que el pasado 9 de julio también reafirmó las cadenas perpetuas a 14 militares y represores de Chile y Uruguay por los mismos delitos: el homicidio y la desaparición de los cuerpos de los ciudadanos italianos Omar Venturelli y Juan José Montiglio.

Montiglio, conocido como Aníbal, era un estudiante de biología de origen italiano que se sumó al GAP (Grupo de Amigos Personales del expresidente Salvador Allende), el grupo de militantes que se encargaba de la defensa personal del presidente mandatario socialista y fue uno de los que permaneció a su lado hasta su derrocamiento y muerte, el 11 de septiembre de 1973.

Tras el bombardeo del palacio presidencial de La Moneda y la muerte de Allende, los soldados de Pinochet condujeron a Montiglio a un cuartel en las afueras de la ciudad, lo obligaron a cavar su propia tumba, le dispararon y arrojaron una granada para asegurarse de que su cuerpo desapareciera.

Sin embargo, un pequeño fragmento de su cuerpo fue hallado 44 años después y reveló la verdad sobre el detenido desaparecido.

Por su parte Venturelli, hijo de emigrantes italianos que se ordenó joven sacerdote, trabajó con el pueblo mapuche en la ocupación de tierras y por ello fue suspendido por el obispo Bernardino Piñera.

Luego entró a formar parte del movimiento revolucionario, se casó y fue profesor de la Universidad Católica de Temuco.

Desapareció el 10 de octubre de 1973 y se estableció que se encontraba en la llamada Caravana de la Muerte organizada por el general Sergio Arellano Stark, fallecido en 2016, uno de los represores más crueles y simbólicos de la dictadura, quien encabezó una de las operaciones de exterminio más brutales.

La orden de arresto y extradición fue enviada a la embajada italiana en Santiago, confirmaron las fuentes.

Las de Ahumada, Moreno y Vásquez fueron las primeras condenas definitivas emitidas por la Justicia italiana por el caso de ciudadanos italianos desaparecidos en la Operación Cóndor tras más de 20 años de proceso.

Los tres fueron condenados en firme cuando al enviar las actas del juicio ante el Supremo, las partes se percataron de que, por alguna razón desconocida, la abogada de los tres, Valentina Perrone, no presentó el recurso, lo que convertía en firme la sentencia emitida por Apelación, según revelaron entonces a Efe fuentes próximas al juicio.

La Alta Corte confirmó días después, el 9 de julio, las cadenas perpetuas a otros 14 militares y represores de Chile y Uruguay, al revalidar, siguiendo la petición de la Fiscalía, la sentencia de julio de 2019 del Tribunal de Apelación de Roma, en segundo grado.

El proceso en Italia comenzó en 1999 con la denuncia de algunos familiares de desaparecidos, un año después de que se ordenara la detención de Augusto Pinochet tras la investigación del juez español Baltasar Garzón.