El último fin de semana el Gobierno anunció cambios en el plan Paso a Paso y específicamente en la fase 2, permitiendo que las personas puedan asistir a misas o cultos religiosos, tanto en lugares abiertos como cerrados.

La polémica medida ha sido defendida por el Gobierno, incluso el vocero Jaime Bellolio afirmó que la práctica de la fe ayuda a la salud mental, durante una entrevista con el programa Tolerancia Cero de Chilevisión.

“La libertad de culto es parte de la esencia de las constituciones en todas partes del mundo
y eso es algo que es relevante también sobre todo cuando viene un mes en que es Semana Santa, no sólo para los católicos, sino que es para las personas de la fe”, indicó el ministro.

“No he visto ningún paper científico que diga que eso (el contagio) pasa en las misas o en otros ritos religiosos”, agregó Bellolio.

Pese a los dichos de Bellolio, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó una guía donde indica que han registrado brotes de covid-19 en cultos religiosos y otras actividades, generalmente cuando se desarrollan en lugares cerrados.

“Se han notificado brotes en restaurantes, ensayos de coros, clases de gimnasia, clubes nocturnos, oficinas y lugares de culto en los se han reunido personas, con frecuencia en lugares interiores abarrotados en los que se suele hablar en voz alta, gritar, resoplar o cantar”, sostiene la OMS.

Además de los registros de la OMS, también en Chile se han notificado brotes de covid-19 durante el desarrollo de actividades religiosos, como fue el caso de una iglesia evangélica en San Pedro de la Paz en marzo de 2020 y otro en Osorno en la misma fecha.

Pero no solo la OMS o el registro de prensa muestra casos de brotes de covid-19 en cultos religiosos, la investigación llamada “Potencial de agrupamiento y superpropagación de las infecciones por SARS-CoV-2 en Hong Kong”, publicada en la revista Nature, recomienda el cierre de lugares religiosos y los apunta como zonas de contagios.

“Los esfuerzos para el control de enfermedades deben centrarse en el rastreo rápido y la cuarentena de los contactos confirmados, junto con la implementación de políticas de distanciamiento físico que incluyan cierres o medidas de capacidad reducida dirigidas a entornos sociales de alto riesgo como bares, bodas, sitios religiosos y restaurantes para prevenir la ocurrencia de una superpropagación”, dice el paper.

Además, los brotes de covid-19 originados en misas o cultos religiosos también se han registrado a nivel internacional, como son los casos en Alemania, España, Corea del Sur, Estados Unidos, Uruguay, entre otros lugares del mundo.

Críticas a la medida

La medida del Gobierno ha sido ampliamente criticada, incluso desde su sector, como es el caso del diputado de Evópoli, Sebastián Keitel, quien aseguró que tras el permiso para cultos religiosos hay un objetivo electoral.

“No tengo nada contra las organizaciones religiosas, pero esto si conviene porque ahí hay hartos votos”, escribió el exdeportista en sus redes sociales.

Por su parte, desde el Colegio Médico, su presidenta Izkia Siches criticó la medida y acusó una falta de coherencia por parte de las autoridades en el diseño del plan Paso a Paso.

“Por cosas como estas es tan necesario revisar el Plan Paso a Paso, sin presiones ni lobby. La coherencia de las medidas nos debe hacer sentido a todos y todas”, tuiteó Siches.