El Plebiscito de este domingo será muy distinto para Renovación Nacional. Y es que a diferencia del resto de los partidos, en el conglomerado oficialista cada uno tendrá libertad para elegir entre el Apruebo y el Rechazo.
Si bien al interior de RN aseguran que al menos un 80% de los militantes están por el Rechazo, hay un porcentaje no menor que no sólo apoyan una nueva Constitución, sino que también hicieron campaña.
Es quizá la muestra más evidente de las dos “almas” que conviven al interior del partido oficialista, con una línea que apunta a la derecha tradicional, con nombres de la talla del expresidente de la colectividad Carlos Larraín, junto a otros históricos como Andrés Allamand y Francisco Chahuán; pero también están los “liberales”, con Mario Desbordes y Manuel José Ossandón a la cabeza.
Estas dos “almas” conviven también en el gabinete del presidente Sebastián Piñera, quien en una jugada que buscaba anular el “fuego amigo”, especialmente desde el Congreso, llevó a La Moneda a Desbordes y Allamand, en una táctica que también replicó con la UDI, fichando a Víctor Pérez y Jaime Bellolio, por ejemplo.
Las dos almas de RN
No es la primera vez que en RN se evidencian diferencias tan claras entre dos sectores. Recordemos que a fines de los ochenta Jaime Guzmán abandonó el partido para refundar a la Unión Demócrata Independiente (UDI).
Muchos años después, cuando terminó el primer gobierno de Sebastian Piñera, se generaron importantes fricciones que terminaron con una fuga de militantes que conformaron Amplitud, encabezados por la entonces senadora Lily Pérez junto a diputados como Karla Rubilar, Joaquín Godoy y Pedro Brown.
Incluso, hace un año en algún momento algunos diputados de RN intentaron conformar una inédita bancada “evangélica” -Leonidas Romero, Eduardo Durán y Francesca Muñoz-, idea que finalmente no prosperó por los roces entre los dos primeros.
Esta vez las diferencias a propósito del Plebiscito se zanjaron con el acuerdo alcanzado en el Consejo General, donde se decidió dejar en libertad a sus militantes, aunque algunos prefieren apuntar que en realidad lo que se decidió es que quienes apoyen el Apruebo no sean sancionados.
Pero ¿qué pasará la noche del domingo cuando ya se tengan los resultados? Quienes están por el Rechazo prometen pedir cuentas a los que apoyaron e hicieron campaña por modificar la Constitución, especialmente si el resultado es estrecho.
Incluso, algunos no descartan tomar decisiones más drásticas como dejar RN, sobre todo pensando en que el Partido Republicano de José Antonio Kast está en plena campaña de captación de militantes.
Más conciliadores, entre quienes están por el Apruebo aseguran que no pasará a mayores debido a que la principal preocupación será conseguir la mayor cantidad de constituyentes posibles.
Los del Rechazo van a pedir cuentas a los del Apruebo
Según la diputada Camila Flores, las diferencias son comunes dentro de los partidos grandes, lo que pasó también en su minuto con la Democracia Cristiana.
“Estas almas del partido distintas siempre han existido, en minutos con más o menos tensión, pero creo que eso ha sido lo que nos ha permitido ser el partido más grande del país, con la bancada más grande, con la cantidad de concejales más grandes. Eso trae que de repente sea difícil convivir cuando hay diferencias muy profundas”, señala.
Respecto a qué sucederá después del Plebiscito, la diputada Flores opina que todo va a depender del resultado y las diferencias entre las dos opciones.
“Creo que no va a ser fácil, porque evidentemente dependiendo del resultado de este domingo pueden generarse varios escenarios. En el caso que ganara el Apruebo y si el margen del pérdida del Rechazo es poco, claramente acá los militantes vamos a sindicar a esas autoridades, parlamentarios, ministros, alcaldes, en fin, que estuvieron por el Apruebo, que gracias al esfuerzo de ellos, terminando dándole este triunfo”, sentencia.
De ser así, a su juicio, esa fricción se va a expresar especialmente en las elecciones internas de RN, si es que no se produce antes una “fuga” de militantes.
“Hay diputados que están reflexionando respecto de su permanencia en el partido, Carlos Larraín en su minuto ha señalado que también está meditando en su continuidad. Muchos dirigentes y autoridades se están cuestionando la permanencia en el partido y yo creo que mucho tiene que ver con ese giro que ha tenido el partido equivocadamente desde mi punto de vista, no representando el ADN de Renovación Nacional”, concluye.
Hay que arrebatarle el triunfo a la oposición
A diferencia de su colega de partido, el diputado Andrés Celis asegura que no habrá mayores complicaciones internas, a excepción quizá del sector más derechista.
“Cuando todo esto termine, no va a haber mayor problema en RN, salvo con el ala más derechista pinochetista cercana a Kast. Creo que ahí podría haber algún distanciamiento. sí podría haber problemas con algunos parlamentarios más cercanos a José Antonio Kast, que conversan con él y se reúnen con él”, dijo.
No obstante, el parlamentario estima que “lo que va a unir nuevamente a Renovación Nacional es el tema social y además que todos nos vamos a preocupar de buscar a los mejores candidatos para la Constituyente”.
En esa línea, apunta a que las diferencias entre quienes está por el Apruebo y quienes están por el Rechazo tiene que ver “con un temor a que Chile vaya a caer en manos del comunismo, del Frente Amplio, un temor por el tema de la economía. Y de algunos partidos podría ser más por una comodidad, porque para qué cambiar el tema si es que para ellos ha funcionado bien”.
Respecto al día después del Plebiscito, Celis sostiene que lo primero será “arrebatarles” el triunfo a la oposición, que -según dice- intentará atribuirse una victoria que no les pertenece y endosarle una derrota al Gobierno.
“Lo que va a suceder al día siguiente es que la Nueva Mayoría, mas el Frente Amplio y el Partido Comunista, van a tratar de reflejar este triunfo del Apruebo y esta gran diferencia, si la hay, como una derrota del Gobierno. Y ahí es donde Chile Vamos tiene que levantarse para decir ‘este no es un triunfo de la Nueva Mayoría"”, señala.
“La gente quería un cambio en las reglas que nos rigen como marco constitucional, pero eso no es ni de izquierda, ni de derecha, es como si yo dijera que la violencia es la gente que está por el Rechazo o por el Apruebo, esas son caricaturas”, explicó.
“Gane el Apruebo o gane el Rechazo, la violencia no va a terminar. Ese es un tema que tenemos que ganar una vez que termine la elección”, concluyó Celis.
