Aunque se había anunciado que este fin de semana comenzaría a entregarse el polémico carnet Covid-19, este domingo el Ministerio de Salud informó que se tomó la decisión de suspender temporalmente su entrega, como una forma de evitar posibles actos de discriminación.

“Se nos ha hecho saber que podría desencadenarse un problema de discriminación severo. Aunque esto es sólo una hipótesis publicada en medios internacionales, el que una persona tenga su carnet podría darle determinados privilegios frente a otra que no lo tiene, como prioridad para ser contratado o recontratado, el ingresar a recintos públicos y otras situaciones”, indicó el ministro Jaime Mañalich.

“Como esto nos ha parecido un riesgo válido, seguiremos entregando el carnet de alta que se entrega por ley después de cada atención médica, pero no el de Covid-19”, aseveró.

Ante la insistencia de la prensa, Mañalich indicó que la decisión se tomó entre el viernes en la noche y sábado por la mañana, por temor a que la posesión de este documento genere una “discriminación odiosa” en desmedro de quienes no lo tienen.

El documento de la polémica

La suspensión abre un nuevo capítulo en la entrega de este cuestionado documento, que ha provocado enfrentamientos entre la autoridad sanitaria, el Colegio Médico, expertos en salud e incluso la OMS.

Anunciado originalmente como un carnet que certificaría la inmunidad de una persona al coronavirus tras superar la enfermedad, cosechó tempranamente críticas al no existir consenso científico en que estas personas no pueden volver a contagiarse.

A este respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue enfática en recalcar que no existen pruebas de supuesta inmunidad ante el Covid-19.

“No hay ninguna prueba en este momento de que las personas que se curaron del Covid-19 y que tienen anticuerpos estén inmunizadas frente a una segunda infección. A la fecha, ningún estudio ha evaluado si la presencia de anticuerpos al SARS-Cov-2 (nuevo coronavirus) confiere inmunidad frente a una futura infección por este virus en los seres humanos”, expresió la organización en un comunicado.

Eso sí, la misma OMS echó pie atrás en sus dichos específicos respecto de Chile, luego de reconocer que había malinterpretado los alcances del carnet.

“El colega preguntó sobre exámenes de alta clínica. Yo malinterpreté eso y hablé sobre exámenes de anticuerpos en general. Mis comentarios sobre los exámenes de anticuerpos están grabados y estoy muy satisfecho con esos comentarios. Pero quería aclarar que no estaba hablando sobre los criterios de altas clínicas que se ocupan actualmente en Chile, que están concordancia con las normas de la OMS”, indicó el director de Emergencias del organismo internacional, Michael J. Ryan.

Sin embargo para entonces el tono del gobierno había cambiado, siendo la subsecretaria de Salud, Paula Daza, quien asegurara que nunca se habló de un carnet de inmunidad, sino sólo de un carnet Covid-19 de alta.

“No hemos hablado de un carnet de inmunidad”, aseguró ante una pregunta de la prensa, “(se trata de un) carnet Covid-19 de alta para personas que habían sido confirmadas con Covid-19 y cumplieron su periodo de aislamiento”.

“Se trata de que el carnet certifique que estas personas tienen menos probabilidad de enfermarse. En la experiencia mundial sobre la pandemia hasta ahora hay muchas incertidumbres, pero una de las cosas que sabemos es que una persona que pasó por la enfermedad tiene menos posibilidades de volver a contraerla. Ese es el objetivo de la entrega (del carnet de alta)”, sentenció.

Y en efecto, el Ministerio de Salud continuó trabajando bajo esa hipótesis, aseverando que el carnet Covid-19 certificaría que la persona a la que se le entrega tiene una “posibilidad cercana a cero” de volver a contagiarse, disfrutando de un periodo de inmunidad de entre tres meses a un año.