Los gremios panaderos desistieron del alza de 20% que habían proyectado en el valor por kilo del producto, pero advierten que la harina ha encarecido más de un 30% desde noviembre.

El ministro de Agricultura, Antonio Walker, garantizó que los precios se mantendrán a valores “justos”, mientras economistas anticipan que una fijación de costos podría ser perjudicial para el consumidor.

Luego de una semana de controversias, los gremios de la industria panadera descartaron la proyección inicial que advertían algunos de sus dirigentes, y aclararon que el precio por kilo del pan no tendría alzas de 20%, como se anunció las últimas semanas.

En una reunión entre todos los actores de la cadena productiva, llegaron a la conclusión de que no es posible entregar una cifra precisa respecto al ajuste en los costos, dado que son variables para cada sector del país, aunque sí reconocen el fuerte impacto que tendrá el tipo de cambio en el valor de la harina.

Si bien no es posible cuantificar el encarecimiento, sí explicaron que, en el caso de los panaderos, han contenido estas alzas que se han registrado a partir de noviembre, sin traspasar el costo a los consumidores. En el caso de los molineros, en tanto, anticipan que, si bien las cosechas de trigo están avanzadas, el tipo de cambio ha elevado fuertemente las importaciones del grano, que alcanzan un 80%.

Así lo explicaron en números el presidente de la Federación de Industriales del Pan, Fechipan, Nelson Olivares, y el gerente de la Asociación de Molineros del Centro, Sergio Ossa, anticipando que cada molino o panadería en particular debe ajustar los precios en relación a su costo de producción.

Por su parte, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, reiteró que el abastecimiento está garantizado, y que no puede haber especulación, pero descartó de plano la idea de regular los precios, dejándolos al equilibrio del mercado.

En ese sentido, explicó que los esfuerzos del Gobierno están en aliviar el costo en otras etapas de la cadena productiva, como la mano de obra o el consumo de combustible, anunciando que ya hay conversaciones avanzadas con el Ministerio de Energía.

Entre los expertos, el economista especialista en libre competencia y académico de la Universidad Andrés Bello, Gonzalo Escobar, explicó que la fijación de bandas de precios aplica cuando existen fallas de mercado, por ejemplo, monopolios naturales como lo son los bienes y servicios básicos.

En el caso de los productos alimenticios, sin embargo, advierte que no se puede regular un mercado tan atomizado y, contrario a su objetivo, podría terminar perjudicando a los consumidores.

Tras más de una semana de versiones y estimaciones dispares, los gremios y el Ministerio de Agricultura llegaron a una versión común respecto a los precios del pan, aunque el ministro de Economía, Lucas Palacios, en un programa de televisión, se aventuró en proyectar que el precio del pan podría aumentar en torno a un 6% a mediados de abril.