El arzobispado de Santiago puso en duda la denuncia de Daniel Rojas en contra de Tito Rivera, a quien acusó de drogarlo y abusarlo sexualmente en dependencias de la Catedral Metropolitana, y donde apunta al cardenal Ricardo Ezzati de encubrir esos delitos.

En el escrito de contestación a la demanda civil en contra de la iglesia capitalina, donde el demandante busca una indemnización de 350 millones de pesos, el Arzobispado ironizó con el relato y sostuvo que no tiene asidero racional.

La Iglesia, en el escrito aduce que entre Tito Rivera y la víctima, no existió “ninguna situacio´n de abusos permanentes o continuadas en el tiempo, sino de un presunto episodio (…) entre dos personas mayores de edad, que no incluyen en caso alguno a menores”.

“No resulta racional pretender que el Obispo (Ezzati) deba responder por las conductas negligentes o dolosas de los sacerdotes,
respecto de los cuales no se encuentra en situación de contigüidad física y supervisión directa y que se encuentran dentro de la esfera de su vida privada (…)”, destaca la presentación.

El abogado de Daniel Rojas, Alfredo Morgado, dijo que la iglesia con esto muestra su verdadera cara, que no sorprende.

“Se revela quienes son realmente, cómo van a seguir actuando. Se muestran como un litigante implacable, feroz, dispuesto a recurrir a todo”, explicó Morgado.

Uno de los voceros de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiásticos Jaime Concha, cuestionó el giro que ha dado el administrador apostólico Celestino Aós.

El abogado de Rojas además adelantó que pedirá mañana una audiencia a la Fiscalía Nacional para abordar el polémico convenio del Miniterio Público y la Conferencia Espicopal.