Luego de que la diputada Camila Flores (RN) impulsara la idea de que los parlamentarios se sometieran a test de drogas, bajo la consigna de “el que nada hace, nada teme”, el diputado autonomista Diego Ibáñez admitió que fumó marihuana hace un mes.

El frenteamplista fue duramente criticado por la oposición.

Ante esto, su par de la UDI, Osvaldo Urrutia, dijo que “esta declaración capaz que haya sido realizada bajo los efectos de la marihuana”.

El legislador criticó los dichos de su par del Frente Amplio, quien aseguró que el consumo de marihuana “no afecta la labor parlamentaria”. “Creo que le debe una explicación a todas aquellas familias que están coaptadas y destruidas por el flagelo de la droga”, sentenció el UDI.

“Todos los estudios señalan que el consumo de marihuana afecta gravemente la percepción de la realidad, estimula conductas agresivas, te pone torpe y lento”, añadió.

Con estas palabras, Urrutia indicó que “él no puede en forma seria y responsable señalar que estando bajo los efectos de esta droga, se encuentra en condiciones de estar atento en la sala o intervenir de forma coherente en la discusión de los proyectos de ley”.

El diputado dijo que “es una pésima señal a los jóvenes y a los niños”, pues podrían tomar como ejemplo a Ibáñez y “llegar volados a clase”, recalcó.

Así, Urrutia subrayó que “el diputado Ibáñez se equivoca (…) Nadie en su sano juicio puede decir que andar volado no afecta en el trabajo parlamentario”, concluyó.

Conflicto de intereses

Al respecto, Ibáñez escribió a través de su cuenta de Twitter que para hablar de drogas se debe abordar desde el “narcotráfico, la relación de las policías con las comunidades, o de autocultivo”.

Y ante las críticas sobre eventuales intereses en la legislación de la materia, respondió que “para hablar en serio de conflicto de intereses, revisemos quiénes pagan las campañas políticas o revisemos a quién beneficia la reforma tributaria del Gobierno”.