Tras recibir un requerimiento por parte de parlamentarios de oposición para referirse a la polémica, y finalmente fallida, designación de Pablo Piñera como embajador ante Argentina, la Contraloría General de la República entregó su postura oficial durante la jornada de este viernes.

Sólo dieciocho días, y no seis meses como indicó en su momento el contralor general, Jorge Bermúdez, tardó el ente para abstenerse en emitir un pronunciamiento acerca de si la nominación atentaba contra el principio de probidad.

“En razón de lo expuesto, esta entidad fiscalizadora se abstiene de emitir el pronunciamiento solicitado”, rezó el escrito.

Lo anterior debido a que fue el mismo Presidente quien, ante el revuelo que generó su decisión, retiró el nombramiento y manifestó su decisión de esperar lo que determinara la Contraloría.

“La Subsecretaría General de la Presidencia manifiesta que si bien el Presidente de la República anunció su intención de nombrar como embajador ante Argentina a don Pablo Piñera Echenique, lo que motivó la presentación formulada por los diputados señalados, con posterioridad el jefe de Estado tomó la determinación de suspender y más tarde desistir de dicha designación”, rezó el escrito del organismo, documento compartido por La Tercera.

Las críticas acusando nepotismo vinieron de diferentes sectores, sobre todo del otrora oficialismo. No obstante, Chile Vamos y el Gobierno pusieron paños fríos, incluso el mismo Mandatario, y destacaron el que Piñera haya tenido una amplia trayectoria que lo facultaba para ejercer tal rol diplomático.