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El papa Francisco ha mantenido relaciones complejas con los presidentes argentinos, desde Néstor Kirchner hasta Javier Milei, con momentos de cercanía e incluso amistad a pesar de los conflictos pasados. Destacan sus tensiones con los Kirchner, su acercamiento a Macri y su cambio en la relación con Milei, quien pasó de insultarlo a reunirse con él en el Vaticano.
El papa Francisco mantuvo relaciones estrechas con los presidentes argentinos, a pesar de no haber vuelto a pisar el país desde que fue consagrado Sumo Pontífice y que sus vínculos siempre estuvieron atravesados por el conflicto.
Desde Néstor Kirchner hasta Javier Milei, el líder de la Iglesia católica protagonizó episodios de cercanía y perdón, y hasta tuvo gestos de amistad con los mismos presidentes con los que sostuvo años de tensión y discusiones públicas.
Considerando la cantidad de reuniones que compartieron, pareciera que su favorita fue Cristina Kirchner, aunque hubo momentos, como la sanción del matrimonio igualitario, que generaron crispaciones.
Cabe destacar que también fue cercano a Mauricio Macri antes de que fueran elegidos papa y presidente, lo que indica que su inclinación personal no fue siempre ideológica.
Sin embargo, Francisco se reconocía como un ser político. En el libro Nei tuoi occhi é la mia parola, publicado en el 2016 y escrito por el jesuita Antonio Spadaro a raíz de conversaciones con el papa, afirmó que “la homilía siempre es política” porque “se hace en la ‘polis’, se hace en medio del pueblo” y opinó que “no se puede decir que los cristianos son apolíticos. Los cristianos no deben ser apolíticos”.
Néstor Kirchner y Cristina Kirchner: máxima tensión y favoritismo
En Argentina, en su papel como presidente de la Conferencia Episcopal y líder de los católicos argentinos, estuvo caracterizado por las malas relaciones con los presidentes Néstor y Cristina Kirchner, quienes mantuvieron duros enfrentamientos con el entonces cardenal Bergoglio.
Durante el mandato de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007, el presidente mantuvo enfrentamientos dialécticos con Bergoglio, a quien Néstor llegó a considerar de la oposición.
Los medios de comunicación argentinos hablaban de una relación “conflictiva” que se relajó durante la presidencia de Cristina, aunque los enfrentamientos nunca llegaron a desaparecer.
Después de que Néstor Kirchner ganara las elecciones en 2003, Bergoglio criticó “el exhibicionismo y los anuncios estridentes” del nuevo mandatario. El entonces presidente se negó a acudir a varias de las ceremonias encabezadas por Bergoglio y desde la Conferencia Episcopal se aseguró que no había relaciones entre la Iglesia y el Ejecutivo argentino.
Las malas relaciones y los enfrentamientos verbales llevaron a Néstor a criticar abiertamente a la Iglesia. “Nuestro Dios es de todos, pero cuidado que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas”, dijo Kirchner.

Con la llegada de Cristina Kirchner al poder, las relaciones mejoraron, gracias a los contactos que la presidenta mantuvo con la Iglesia para preparar el viaje del 2009 al Vaticano.
Sin embargo, el vínculo se vio perjudicado luego de que Bergoglio acusara al Gobierno de alimentar la “crispación social” y afirmara que “desde hace años el país no se hace cargo de la gente”.
Además, un año antes, con el conflicto social que desató la Resolución 125 anunciada por el ministro de Economía, Martín Lousteau, Bergoglio se posicionó a favor de los productores agrarios y mantuvo reuniones con la cúpula del agro. Además, le pidió a la presidenta “un gesto de grandeza” para desbloquear el conflicto.
Posteriormente, con el anuncio en 2010 de que se aprobaría la ley de matrimonio igualitario, las relaciones empeoraron aún más. Bergoglio envió una carta a toda la Iglesia argentina en la que pedía que en las ceremonias religiosas se mencionara “el bien inalterable del matrimonio y la familia”.

Cristina Kirchner desechó la idea de que fuera un asunto religioso y declaró. “Me preocupa el tono que ha adquirido el discurso, se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está”, indicó la mandataria.
Después de que se aprobara el matrimonio igualitario, la presidenta frenó en el parlamento la legalización del aborto, lo que se interpretó dentro de la Iglesia como un gesto de buena voluntad hacia los fieles católicos.
En el 2010, además, luego del fallecimiento de Néstor Kirchner, el obispo dio una misa improvisada. “Él realmente no me soportaba. Las relaciones eran muy tensas. Cuando supe que había muerto, a las tres de la tarde, dos horas después hice una conmemoración en la catedral”, recordó años después Bergoglio.
Sobre su homilía, detalló que “era improvisada: no había preparado el texto escrito. Invité al pueblo y la iglesia estaba llena. No había nadie del Gobierno”.

“El clima era tenso: durante la misa alguien me gritó algo. Le dije que estábamos ahí para rezar porque él había sido ungido por su pueblo con las elecciones para gobernar el país. El pueblo lo había elegido y ahora debía rezar por él”, dijo.
En 2013, luego de ser ungido papa, el kirchnerismo mejoró la relación con Francisco. En total, Cristina Kirchner se vio siete veces con Francisco, no sólo en el Vaticano, sino también en Brasil, Paraguay y Cuba.
Un ejemplo de aquella mejora también fue el vínculo personal del papa con Hebe de Bonafini, la fallecida histórica titular de Madres de Plaza de Mayo, quien calificaba a Bergoglio como “una basura” e incluso encabezó la toma de la Catedral Metropolitana.
Años después, terminó visitando a Francisco en Roma y pidiéndole perdón. “Hay que pedir perdón cuando uno se equivoca. Le dije que nos habíamos equivocado, como también nos equivocamos con Néstor Kirchner”, reconoció Hebe en 2016.
Javier Milei y el papa Francisco: de “zurdo hijo de puta” a una foto besándose
Probablemente, el vínculo con mayor amplitud de valoraciones sea el del papa Francisco con el presidente Javier Milei.
Mientras que en campaña el libertario definía al referente católico como “representante del maligno en la Tierra”, “zurdo hijo de puta”, “sorete mal cagado” y “pregonador del comunismo”, durante su mandato supo bajar la efusividad y hasta gozó del récord en duración de la primera reunión en el Vaticano.
Milei estuvo reunido con el papa unos 70 minutos aquel 12 de febrero de 2024: intercambiaron regalos y, según el comunicado que emitió el Vaticano, conversaron sobre el programa gubernamental “para enfrentar la crisis económica y se abordaron varios temas internacionales, en particular los conflictos actuales y el compromiso por la paz entre las naciones”.
En la carta que envió Milei al Vaticano para invitarlo a Argentina, el mandatario detalló que Francisco lo llamó luego de su asunción para felicitarlo y expresó su “respeto por su obra y su persona”.
Al ser consultado sobre si le guardaba rencor por los insultos que le profirió durante la campaña, Francisco respondió: “No. Las palabras en campaña electoral van y vienen”.
Milei, quien comentó en varias oportunidades sus intenciones de convertirse al judaísmo, bajó considerablemente el tono contra el papa Francisco.
De hecho, cuando el papa criticó duramente la represión de Patricia Bullrich, la lógica de mercado y dijo que “si no hay buenas políticas, políticas racionales y equitativas que afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo, trabajo, un salario justo y los derechos sociales adecuados, la lógica del descarte material y el descarte humano se va a extender, dejando a su paso violencia y desolación”, el presidente reaccionó de forma moderada.
“Es la opinión del papa, la cual nosotros respetamos, escuchamos y hasta reflexionamos sobre lo que dice. No tenemos por qué compartir la visión que tiene sobre algunas cuestiones. Pero el respeto es total y absoluto a lo que pueda decir el papa”, contestó el vocero Manuel Adorni luego, en ronda de prensa.
En las fotos de su visita al Vaticano se puede ver a Milei sonriente, abrazando y besando a quien alguna vez llamó “representante del maligno en la Tierra”. Lo acompañaron Karina Milei, Diana Mondino, Guillermo Francos y Sandra Pettovello, entre otros.