Impacto mundial ha generado la ofensiva llevada a cabo por los talibanes en Afganistan, quienes el domingo entraron a Kabul y clamaron “victoria” desde el palacio de gobierno. Esto, apenas unas horas después que el presidente Ashraf Ghani huyera al extranjero.

Fue así como el movimiento islamista radical, el cual había comenzado una ofensiva en mayo aprovechando el inicio de la retirada de las tropas estadounidenses y extranjeras, tomó el control de casi todo el país.

Cabe señalar que Estados Unidos dio por terminada la guerra después de casi 20 años de conflicto, optando por retirar la totalidad de sus tropas.

Y aunque la administración de Joe Biden ha evitado asumir culpas por el triunfo de los talibanes en Afganistán, rechazando a su vez los paralelismos con el fin de la guerra de Vietnam, lo cierto es que los cuestionamientos no se han detenido en la oposición republicana.

“Los terroristas y nuestros máximos competidores, como China, están observando (el espectáculo) vergonzoso de una superpotencia fuera de combate”, señaló a través de un comunicado Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado.

De esta manera, la guerra en Afganistán se suma a una larga lista de enfrentamientos post II Guerra Mundial en los que Estados Unidos no pudo obtener una victoria. Exceptuando la Guerra del Golfo de 1991, la potencia no ha sabido de triunfos contundentes.

Para muchos, el caso más emblemático es el de la Guerra de Vietnam, en la cual Estados Unidos registró 58 mil fallecidos y más de 300 mil heridos. Su derrota se consumó el 30 de abril de 1975, día en que un tanque norvietnamita entró al palacio presidencial de Saigón, convirtiéndose en un símbolo del fracaso norteamericano en su guerra contra Vietnam.

En conversación con BioBioChile, Guido Larson, cientista político y director del Instituto de Humanidades UDD, señala que se debe analizar el tema dependiendo “de cómo se defina guerra”.

En ese sentido, el Magíster en Ciencia Política Mención Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica recuerda otros casos en los que la súper potencia no logró imponer sus términos.

Una serie de desencuentros

“No se puede decir que haya ganado la guerra de Corea”, señala, refiriéndose al conflicto armado que se desarrolló entre 1950 y 1953. El experto indica que el país del norte lideró una fuerza internacional en contra del régimen de Kim il-Sung que había invadido Corea del Sur. “Después de 3 años, la península se mantendrá dividida”, puntualizó.

En la misma línea, alude a casos como el de Bahía Cochinos. “Cuando Fidel Castro se toma el poder, se planifica una operación secreta con integrantes cubanos y americanos con la idea de hacer una contrarrevolución. Fue un completo desastre”, asevera Larson.

En Nicaragua “Estados Unidos financia y participa a favor de las Contras; grupo contrario a los sandinistas (de tendencia marxista-leninista). Los sandinistas terminan ganando la confrontación (esto va relacionado con lo que se conoce como el affaire Irán-Contras)”, sostiene.

Por su parte, Manuel Durán, experto en Geopolítica y Geoeconomía y director del medio chileno Poder Geopolítico, indica: “entrecomillas han perdido algunas guerras en América Latina, con México, y han perdido guerras ‘de ocupación’ en Centroamérica. En estricto rigor no han sido guerras declaradas por el Congreso, por lo tanto son operaciones de las cuales han tenido que retirarse de los países que han ocupado por largo tiempo”.

“Por ejemplo, la revolución de Pancho Villa provocó una gran incursión estadounidense sobre el norte de México de la cual se tuvieron que retirar por efectos de guerra de guerrillas, negociaciones y una problemática mundial complejo, por el contexto de la Primera Guerra Mundial”, complementa. “Pero esa es una de las guerras que, entrecomillas, han perdido aunque oficialmente yo diría que son operaciones menores”, enfatiza.

Durán explica que las nuevas metodologías de enfrentamiento por el juego geopolítico mundial no son en estricto rigor eminente o exclusivamente militares.

En cuanto a “la operación de desestabilización en Libia, yo diría que si bien no fue una victoria clara, fue una victoria relativa de los Estados Unidos al lograr, por lo que se llama guerra por delegación a través de terceras fuerzas, desestabilizar y derrocar al régimen de Muamar el Gadafi”, dice.

“Desde entonces no sólo no han tenido victorias claras, sino que en sus impulsos geopolíticos tanto en el Medio Oriente como en Asia Central, han sido contenidos y en algunos aspectos han tenido retrocesos importantes que se pueden asimilar a una derrota”, menciona

Finalmente, el especialista concuerda en que existen similitudes entre lo que pasó en Afganistán con lo ocurrido en Vietnam.

“Esa idea mesiánica del globalismo de intentar modificar no sólo las culturas de los pueblos sino que también de los mapas, se encuentran con una pared de realidad que los lleva necesariamente, si no es a una derrota militar, es a una derrota política”, concluye.

Soldados estadounidenses descansan en Kabul | Agence France-Presse

En conversación con El País de España, el profesor de Ciencias Políticas Dominic Tierney, quien vive radicado en Estados Unidos, menciona que Estados Unidos es muy efectivo ganando las guerras entre Estados, “por eso venció en la del Golfo de 1991”.

Sin embargo, precisa que actualmente el 90% de los conflictos son civiles, “con guerrillas, terroristas e insurgentes peleando dentro de un mismo país, y tiene dificultades porque no entiende la política local, ni las dinámicas internas”.

“Afganistán es un caso muy claro, porque es una guerra en la que se metió de repente, con los atentados de 2001, y apenas sabían nada de ese país”, explica el autor del libro The Right Way to Lose a War: America in an Age of Unwinnable Conflicts (El modo adecuado de perder una guerra: Estados Unidos en la era de los conflictos que no se pueden ganar).