La alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, condenó la ola de violencia que ha sacudido a Libia en los últimos días, lamentando la situación que ha vivido el país en los últimos años y que quienes más son sufren son las personas más vulnerables.

“El pueblo de Libia ha estado atrapado durante mucho tiempo entre numerosos conflictos bélicos, y las personas más vulnebrales sufren las violaciones más graves de sus derechos humanos”, destacó en un comunicado.

“Hago un llamado a todas las partes para que se unan para evitar más violencia sin sentido y derramamiento de sangre”, agregó.

Las palabras de Bachelet, se suman a las del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que condenó este la escalada militar en las cercanías de Trípoli y llamó a un cese inmediato de los combates.

El llamado siguió a un ataque aéreo por parte de las fuerzas del mariscal Jalifa Haftar en el aeropuerto de Mitiga, al este de la capital libia.

Guterres “insta a la detención inmediata de todas las operaciones militares para reducir la situación y evitar un conflicto total”
, dijo una declaración de la ONU.

El secretario general “condena enérgicamente la escalada militar y los combates en curso en Trípoli y sus alrededores, incluido el ataque aéreo realizado hoy por un avión del Ejército Nacional de Libia (LNA) contra el aeropuerto Mitiga”.

El ataque aéreo produjo el cierre del único aeropuerto en funcionamiento de Trípoli, ya que los combates se extendieron por la capital y miles de personas huyeron.

El LNA reconoció el ataque aéreo del lunes contra el aeropuerto, y un portavoz dijo que tenía como objetivo un avión militar MiG-23 y un helicóptero.

Haftar lanzó la ofensiva en Trípoli la semana pasada justo cuando Guterres estaba en Libia para impulsar un acuerdo político sobre la celebración de elecciones.

Un gobierno de unidad respaldado por la ONU controla la capital, pero su autoridad no está reconocida por una administración paralela en el este del país.

A medida que la lucha se intensificaba durante el fin de semana, Naciones Unidas pidió una tregua humanitaria para permitir que los civiles atrapados pudieran escapar, pero el llamamiento no fue escuchado.

Libia ha sido sacudida por violentas luchas de poder entre una serie de grupos armados desde el derrocamiento de Muamar Gadafi en 2011, un golpe respaldado por la OTAN.