Los barrios rebeldes de la ciudad siria de Alepo, donde la atención médica y los alimentos son cada vez más escasos, fueron bombardeados nuevamente este lunes, constató un corresponsal de la AFP.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), el balance de muertos ascendió a al menos 128 desde el jueves por la noche, cuando el ejército del régimen anunció una ofensiva mayor para reconquistar la totalidad de Alepo. Las víctimas mortales son, en su gran mayoría, civiles.

Los aviones rusos y del régimen llevaron a cabo “decenas de ataques” desde la medianoche en el este de la ciudad controlada por los rebeldes, según el OSDH.

Al alba los bombardeos se intensificaron, provocando incendios, según un corresponsal de la AFP.

Entre los muertos figuran 20 niños y 9 mujeres, precisó Rami Abdel Rahman, director del OSDH. Además, 36 civiles murieron en las zonas rurales de la provincia de Alepo, y se registraron unos 400 heridos en el conjunto de la provincia, según Rahman.

Los casi 250.000 habitantes de los barrios rebeldes de Alepo no reciben ayuda del exterior desde hace unos dos meses. Desde el sábado no tienen agua por los bombardeos, según UNICEF.

Los hospitales “se encuentran bajo fuerte presión debido al número elevado de heridos y a la falta de sangre disponible por, en parte, la ausencia de cirujanos especializados en transfusiones”, indicó una fuente médica a la AFP. “Por ello, los heridos de gravedad son inmediatamente amputados“.

La AFP constató que el precio de siete porciones de pan árabe pasó de 350 libras sirias (70 centavos de dólar) la semana pasada, antes de la ofensiva, a 500 libras sirias (1 dólar).

En Nueva York, las potencias occidentales arremetieron el domingo contra Moscú en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.

“Lo que Rusia apoya y hace no es lucha antiterrorista, es barbarie”, dijo la embajadora estadounidense, Samantha Power, en alusión a los bombardeos en Alepo en apoyo al régimen.

Su homólogo ruso, Vitali Tchurkin, rechazó las acusaciones y responsabilizó a la coalición internacional liderada por Washington de la falta de acuerdo para poner fin al conflicto.