El opositor más famoso del país euroasiático, Alexey Navalny, tildó a la élite post-soviética de venal, ávida de poder y tramposa. "El Estado de Putin no es viable", aseguró.

El político opositor más famoso de Rusia, Alexey Navalny, afirmó este miércoles que el Estado del presidente Vladimir Putin se desmoronará algún día junto con la élite postsoviética, a la que tacha de venal, ávida de poder y tramposa.

Desde su celda, el opositor envió un mensaje contra el mandatario ruso: “Un día miraremos a su lugar y él no estará allí”.

Alexey Navalny, de 47 años, es un exabogado que saltó a la fama hace más de una década al denunciar la corrupción de la élite de Putin. Actualmente se encuentra en una cárcel a unos 60 km al norte del Círculo Polar Ártico.

“Los polígamos se han convertido en conservadores en nuestro país. Los miembros del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) son ahora ortodoxos (cristianos). Los propietarios de ‘pasaportes dorados’ y cuentas en paraísos fiscales son ahora patriotas agresivos”, indicó Navalny en una publicación en las redes sociales facilitada por sus seguidores.

“Mentiras, mentiras y nada más que mentiras”, afirmó, a la par que adelantó que el gobierno del actual presidente “se derrumbará y se desmoronará”. “El Estado de Putin no es viable. Un día miraremos a su lugar y él no estará allí”, añadió.

Alexey Navalny advierte que la Rusia de Putin pronto se van a desmoronar: "Un día él ya no estará ahí"
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Navalny, condenado a permanecer en la cárcel hasta los 74 años, advirtió en repetidas ocasiones que la Rusia de Putin es un Estado dirigido por “ladrones y criminales” y que un día se producirá un cambio sísmico mediante una revuelta.

Sin embargo, no es el primero en realizar tales predicciones.

Desde que Putin ascendió a la jefatura del Kremlin el último día de 1999, los opositores pronosticaron más de una vez su desaparición política y, hasta el presente, todos se equivocaron.

La historia del opositor Alexey Navalny, detenido por el Kremlin

Por su parte, las autoridades rusas tachan de disparate las críticas de Navalny y afirman que tanto él como sus partidarios son extremistas vinculados a la agencia de inteligencia estadounidense CIA que pretenden sembrar la discordia en Rusia.

Por ese motivo, Navalny está en la cárcel, su movimiento está proscrito y la mayoría de sus principales partidarios huyeron al extranjero.

El exabogado se ganó la admiración de la dividida oposición rusa por regresar voluntariamente a Rusia en 2021, ante lo que fue encarcelado.

Navalny se encontraba en Alemania ya que se había sometido a un tratamiento debido a un intento de envenenamiento con un agente nervioso en Siberia, el cual fue detectado por laboratorios occidentales.

Sin embargo, Rusia niega las afirmaciones de Navalny de que la policía secreta rusa le envenenó con Novichok.

Tras ser arrestado, según contó, sus compañeros de prisión le preguntaron repetidamente por qué volvió a su país natal.

Al respecto, afirmó que la Rusia moderna fue inculcada con “cinismo y conspiración” hasta tal punto que mucha gente ya no creía en motivaciones simples, sospechando en cambio que él formaba parte de alguna intriga secreta del Kremlin.

“Tengo mi país y mis convicciones. Y no quiero renunciar a mi país ni a mis convicciones. Y no puedo traicionar ni a la primera ni a las segundas”, afirmó el opositor. “Si tus convicciones valen algo, debes estar dispuesto a defenderlas. Y si es necesario, hacer sacrificios”, concluyó.