Un prisionero ruso, llamado Yevgeny Nuzhin, llegó a un acuerdo para luchar como mercenario por el temido Grupo Wagner durante seis meses en Ucrania, todo esto para recibir a cambio su libertad.

Yevgeny Nuzhin, expolicía y asesino convicto ruso, llevaba una vida normal y sin mucho dinero dentro de una prisión en Rusia de alta seguridad, hasta que llegó la oportunidad de si vida: el Grupo Wagner.

Durante sus 20 años tras las rejas, Nuzhin se hizo amigo de reclusos y autoridades penitenciarias.

Así fue como consiguió un teléfono de contrabando, una exención de trabajo penitenciario y tres noches para estar con una mujer con la que se casó en la capilla de la cárcel.

“Sé todo lo que hay que saber sobre la vida en prisión. Ahí es donde soy un profesional”, dijo el convicto de 55 años en una entrevista con The Wall Street Journal.

Según lo detalló este mismo medio, estaba previsto que el prisionero saliera en libertad en 2027.

Nuzhin vio aterrizar otra oportunidad en julio pasado, cuando un helicóptero llevó a la prisión a Yevgeny Prigozhin, fundador del Grupo Wagner.

Se trata de la temida organización paramilitar empleada por Rusia para librar la guerra contra Ucrania, que repleta sus tropas con asesinos y mercenarios.

Luchar por el Grupo Wagner para conseguir su libertad

Prigozhin hizo el mismo discurso ante Nuzhin y otros 700 reclusos que había hecho en los patios de las prisiones de toda Rusia: libertad a cambio de seis meses de servicio militar remunerado bajo el mando del Grupo Wagner.

Se les dijo a los prisioneros que solo dos entidades ofrecían una salida. Uno era Dios, es decir, una salida en una caja de madera, y el otro era él.

“Te voy a sacar de aquí con vida”, dijo, “pero no los devolveré a todos vivos”, agregó.

Se trata de una oferta a la accedieron miles de reclusos aceptaron el trato el año pasado y hasta el momento no se sabe cuántos han vivido lo suficiente para cobrar lo que les corresponde.

Lee también...

Yevgeny Nuzhin estaba entre los 90 reclusos del Centro Correccional No. 3 que estaban dispuestos a correr el riesgo de involucrarse en esta guerra.

“Tengo una especie de plan”, le dijo a su familia Nuzhin, quien les reveló más tarde que se iba a Ucrania y trató de tranquilizar a uno de sus dos hijos mayores, diciéndole “nos vemos en seis meses”.

Pese a eso, no logró sobrevivir.

Escape de las garras de Rusia

Según relató Nuzhin al The Wall Street Journal, el pasado 25 de agosto él y otros reclutas abordaron camionetas y salieron de su prisión en Skopin, Rusia, hacia unas 150 millas al sureste de Moscú.

Llegaron a un aeropuerto cercano y subieron a un avión al suroeste de Rusia. Desde allí, viajaron en helicóptero a una parte del este de Ucrania ocupada por los rusos.

Los hombres entrenaron durante una semana en una antigua prisión usando rifles sin balas, lo que fue clave en la mente de Nuzhin pare decir que no confiaba en ellos.

Según relató este mercenario ruso, se les advirtió que “si alguien permanecía en la trinchera, simplemente lo matarían a tiros”.

Luego los hombres fueron conducidos a una casa en el frente cerca de Bakhmut, una ciudad en el este de Ucrania que Wagner había estado atacando durante meses.

Esa noche, Nuzhin se unió a un grupo de 17 hombres que fueron cargados en camionetas y llevados a los bosques para recuperar cuerpos de camaradas muertos en batalla.

Cuando el resto de los hombres se puso a trabajar, Nuzhin caminó por el borde del bosque hacia las posiciones ocupadas por los combatientes ucranianos y se rindió.

Según dijo al Journal, había planeado hacer eso todo el tiempo.

“Estoy vivo”

Terminó en un pueblo cerca de la ciudad de Barvinkove en el este de Ucrania y fue puesto bajo la custodia de una unidad dirigida por las fuerzas ucranianas.

Las autoridades de Ucrania no lo querían, ya que no tenía documentos de identificación y no se consideraba que valiera mucho en un intercambio de prisioneros.

Nuzhin les dijo a los ucranianos que quería cambiar de bando, pero nadie confiaba en él.

Los soldados lo mantuvieron bajo vigilancia en el sótano de una casa que servía de cuartel general para la unidad de Harkaviy, un grupo de voluntarios variados. Allí le dieron ropa, zapatos, una frazada y una toalla.

Nuzhin entabló conversaciones en ese lugar con el sargento Viktor Yatsunyk, un ucraniano de 44 años conocido como “britanet” (o Brit) porque había vivido en el Reino Unido.

Este sargento estaba a cargo de la casa donde Nuzhin se estaba quedando cuando habló con The Wall Street Journal.

La familia de este soldado ruso se enteró de su paradero a través de una entrevista en un canal ucraniano de YouTube.

Dijo que había planeado rendirse y que quería luchar por Ucrania. “Muchos pensaron que solo estaba tratando de sobrevivir y que estaba inventando algún tipo de historia sobre la marcha”, dijo un antiguo conocido de la prisión.

“Estoy vivo. Todo está bien. Todo estará bien”, dijo Nuzhin en el video.

Fotografía de Yevgeny Nuzhin cedida por su familia

“Martillo de la venganza” del Grupo Wagner

Pese a todo esto, Nuzhin fue nuevamente capturado por las fuerzas rusas y apareció en otro video publicado en Telegram por un canal cercano a Wagner.

Fue subtitulado, “Martillo de venganza”.

En el perturbador archivo multimedia aparece este soldado ruso arrodillado y con la cabeza pegada a un poste de ladrillo.

El hombre se identifica y confiesa que quiso cambiar de bando en la guerra.

Luego de esto, un hombre parado detrás de él le da un fuerte golpe con un mazo en la cabeza. Nuzhin se derrumba en el suelo y el hombre asesta un segundo golpe, matándolo en el mismo lugar.

“Nuzhin traicionó a su gente, traicionó a sus camaradas, traicionó intencionalmente”, dijo el fundador de Wagner en un comunicado emitido por su servicio de noticias.

“Los rusos huelen genéticamente a traición”, agregó.

Un portavoz del Kremlin, consultado sobre el video en una conferencia telefónica con reporteros, dijo: “No es asunto nuestro”.

Su familia aún no ha recibido el cuerpo ni ninguna información.