Serbia y Kosovo normalizarán sus relaciones económicas tras dos días de mediaciones en la Casa Blanca, anunció el presidente Donald Trump, aunque se presentaron discrepancias claras en los términos del acuerdo.

Serbia se niega a reconocer la independencia de Kosovo, proclamada en 2008 tras una guerra que a fines de los 90 dejó 13.000 muertos. Serbia es apoyada por Rusia y China, mientras que Estados Unidos se cuenta entre los que casi inmediatamente reconocieron al nuevo Estado.

Trump, destacó el anuncio afirmando que “Serbia y Kosovo se comprometieron a favor de una normalización económica”.

Entre otros parámetros para el acuerdo, Serbia accedió a trasladar su embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, con lo que se convertirá en el “primer país” europeo que sigue el ejemplo de Estados Unidos.

El anuncio fue secundado por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, quien agradeció “a mi amigo el presidente de Serbia (…) la decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel y por transferir la embajada de su país”, y precisó que esa mudanza tendrá lugar “de aquí a julio de 2021”.