Serbia y Kosovo reanudaron el viernes bajo patrocinio europeo un diálogo interrumpido desde hace 18 meses para intentar resolver uno de los conflictos territoriales más espinosos de Europa, en medio de profundas divergencias.

El presidente serbio Aleksandar Vucic y el primer ministro kosovar, Avdulá Hoti, se entrevistaron este viernes por videoconferencia, en presencia del jefe de Estado francés Emmanuel Macron y de la canciller alemana Angela Merkel.

Ambos alentaron a Hoti y Vucic a “lograr un progreso sustancial en las negociaciones en los próximos meses”, según la declaración conjunta.

“Las perspectivas sobre el resultado de este diálogo son difíciles pero hay un compromiso por parte de todos para proceder paso a paso”, agregó un funcionario presidencial francés, quien pidió no ser identificado.

“La normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia es esencial para la seguridad y la estabilidad de la región y es de gran importancia para que ambos países se unan a la UE”, dijeron los líderes francés y alemán.

Por su parte, un alto funcionario de la UE en Bruselas, que también siguió las conversaciones, se hizo eco del sentimiento de que quedaban desafíos significativos. “Este es el comienzo de la historia”, dijo.

El presidente kosovar, Hashim Thaçi, no participó por su inculpación por crímenes de guerra durante el conflicto de la ex-Yugoslavia a finales de los años 1990.

Dos décadas después de la última de las guerras que condujeron a la desintegración de Yugoslavia (1998-1999), Belgrado sigue sin reconocer la independencia proclamada en 2008 por su otrora provincia, Kosovo.

Kosovo ha sido reconocido por más de cien países miembros de Naciones Unidas y por 22 de los 27 Estados de la UE, desunida sobre este tema.

España, Grecia, Rumanía, Eslovaquia y Chipre no reconocen la independencia unilateral de este territorio.

Además, sin la aprobación de Serbia -cuya posición apoyan Rusia y China- es imposible para Kosovo esperar un reconocimiento formal de Naciones Unidas.

Este viernes, la Unión Europea estaba representada en la reunión por su alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y por el representante especial para los Balcanes occidentales, Miroslav Lajcak.

Durante las negociaciones del viernes se logró que “el presidente Aleksandar Vucic y el primer ministro kosovar Avdulá Hoti reanuden el diálogo de normalización en Bruselas el domingo por videoconferencia y el jueves de manera presencial”, declaró la presidencia francesa al término del encuentro.

“Sobre el resultado de este diálogo hay perspectivas muy difíciles, aunque sí un compromiso de todos para proceder etapa por etapa” admitió la fuente francesa.

Prioridad para Europa

La UE ha hecho de la normalización de las relaciones entre ambos vecinos una prioridad, en nombre del desarrollo económico y de su eventual futura integración en el bloque europeo.

Serbia negocia ya la adhesión, pero no así Kosovo, al no existir al respecto una posición unánime de los 27.

Sin embargo, la presidencia francesa consideró en su comunicado que la reunión de hoy supone una prueba para el “liderazgo europeo”.

Estados Unidos, que fue uno de los principales actores de la operación de la OTAN contra los serbios en 1999, quería organizar una cumbre Serbia-Kosovo en la Casa Blanca el 27 de junio.

Pero la cumbre fue postergada sin fecha por el encausamiento de Hashim Thaçi por crímenes de guerra durante el conflicto con Serbia por parte de los fiscales del tribunal especial de La Haya.

El presidente kosovar declaró que dimitiría “inmediatamente” si las acusaciones del Tribunal Especial para Kosovo eran confirmadas mediante una inculpación formal.

La guerra de Kosovo, el último conflicto en ex-Yugoslavia entre las fuerzas serbias y la guerrilla independentista kosovar albanesa, causó 13.000 muertos, albaneses en su mayoría.

La guerra acabó con una campaña occidental de bombardeos que obligó a retirarse a las fuerzas serbias.