El nuevo ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, fue el martes blanco de varias protestas de activistas feministas que piden su dimisión, por la acusación de violación que pesa sobre él.

Varias acciones empañaron la primera jornada del ministro, de 37 años. La primera ocurrió de mañana durante el traspaso de poderes, cuando unas veinte manifestantes se congregaron cerca del ministerio.

“Darmanin dimisión” y “Darmanin violador”, gritaban las manifestantes.

Por la tarde, delante del palacio presidencial del Eliseo, donde se celebraba el primer consejo de ministros del nuevo gabinete, tres activistas feministas de Femen consiguieron acercarse al recinto. Las fuerzas de seguridad las bloquearon.

Un poco más tarde, delante de la iglesia de la Madeleine, unas cincuenta militantes del colectivo #Noustoutes (Todas nosotras), vestidas de negro, escenificaron el entierro simbólico de la igualdad entre hombres y mujeres.

Darmanin fue acusado en 2009 por una mujer de violación, hostigamiento sexual y abuso de confianza, cargos que fueron desestimados por la justicia en agosto de 2018.

En junio, la corte de apelaciones de París ordenó sin embargo reabrir la investigación.

Darmanin confirmó que tuvo una relación sexual con la mujer, pero según él libremente consentida y a iniciativa de la demandante.

Pese a las acusaciones, según constató la BBC, desde el entorno de Macron afirmaron que la acusación “no es un obstáculo” para asumir el cargo.