El primer ministro francés, Édouard Philippe, reafirmó este martes la “total determinación” del gobierno para seguir adelante con la polémica reforma del sistema de pensiones que ha provocado desde hace dos semanas una huelga nacional del sistema de transportes.

“Mi determinación, la del gobierno y la de la mayoría (parlamentaria) es total”, dijo ante los diputados, justo en el mismo momento en que miles de personas protestaban en las calles de Francia para pedir el fin de esta reforma.

Pese a que al inicio de esta movilización social una mayoría de franceses la apoyaba, en este momento un 55% de los ciudadanos estima “inaceptable” que la huelga se prolongue durante las fiestas de fin de año.

Pero los sindicatos, que no quieren dar su brazo a torcer, estiman que el plan del gobierno, que busca fusionar los 42 regímenes de pensiones existentes en un sistema único y atrasar de dos años la edad de jubilación para recibir una pensión completa, es una “regresión” social.

Para el ejecutivo esta reforma no es solo “justa”, ya que dará a los pensionistas los mismos derechos por cada euro ganado durante sus carreras, sino también “necesaria” para garantizar un equilibrio financiero del sistema de pensiones.