Se trata de un procedimiento doloroso y abusivo.

En Reino Unido, por ejemplo, las autoridades están instruyendo a maestros, incluso de educación física para detectar cuando las niñas hayan pasado por un procedimiento tan ilógico como despiadado.

Hay testimonios para alarmarse al respecto. Una joven, solo identificada como Simone, relató al programa Victoria Derbyshire de la BBC, como su madre planchaba sus pequeños senos cuando solo tenía 13 años.

“Era para hacerme fea, para que nadie me admire. Imagina un objeto caliente en tu cuerpo desnudo y cuando salgas tienes una raya que se puede atar a tu pecho. A veces encuentras dificultad para respirar”, dijo la joven mujer.

Ahora Simone tiene una hija y tuvo serias dificultades para amamantarla, luego de la despiadada técnica que consiste en presionar los pechos con una piedra caliente para retrasar la formación de los senos.

La creencia que los protegerá de la atención masculina es de origen africana. En Reino Unido se tiene registro de al menos 1.000 niñas pasando por esa situación.

No es un caso único que se pone como ejemplo. Kinaya, otra víctima de esta técnica, dijo que la sufrió a la edad de diez años después de que su madre le dijera que, de lo contrario, “los hombres comenzarán a acercarse para tener relaciones sexuales contigo”.

Ante la inmigración africana y de otros países que puedan aplicar esta creencia, políticos británicos están tomando las providencias del caso.

Daily Mail
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La parlamentaria conservadora Nicky Morgan ha respaldado las propuesta de capacitar a maestros para evitar que sea una tendencia en algunos meses. Dice que los maestros deben poder asesorar a las niñas afectadas sobre qué medidas deben tomar.

Simone y Kinaya, entre tanto, son por ahora los rostros visibles de una creencia que está dejando huellas en quienes han sido víctimas de sus propias madres, increíblemente convirtiéndose en sus verdugas para evitar el acercamiento de los hombres.

Mutilación genital: el grito de un abuso

La extirpación total o parcial de los genitales externos de una mujer. Suena tan doloroso como real.

Más de 200 millones de niñas en el mundo la han experimentado. Las niñas de 14 años y menores representan 44 millones de personas que han sido cortadas en países como Gambia, Mauritania e Indonesia. El procedimiento se realiza principalmente en niñas jóvenes entre la infancia y los 15 años, explica en uno de sus párrafos el periódico Daily Mail.

Una vez que se les mutila, a las niñas se las considera listas para casarse. Son retiradas de las escuelas pero quedan con un grave riesgo de salud que puede llevarlas a la muerte.

Comunidades musulmanas y cristianas están practicando este invasivo método que no se menciona en el Corán o en la Biblia.

La práctica es ilegal en Gran Bretaña, pero se cree que alrededor de 137,000 niñas del Reino Unido son llevadas a países que aún realizan el procedimiento. Sigue siendo legal en Chad, Liberia, Mali, Sierra Leona, Somalia y Sudán.

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