El monumento más importante denunciado como símbolo racista en Estados Unidos fue retirado en el estado de Virginia, tras varios años de tensiones centradas en el pasado esclavista del país.

Se trata de la gigantesca estatua del líder militar de los confederados sureños derrotados en la Guerra Civil.

Luego de descansar durante más de 130 años sobre su pedestal de 12 metros de altura, la estatua del general Robert Lee fue bajada en Richmond, que fue la antigua capital secesionista durante la Guerra Civil.

Ubicada al sur de Washington, Richmond “ya no es la capital de la Confederación”, dijo su alcalde, el afroestadounidense Levar Stoney.

Cientos de personas se habían reunido para observar a distancia las maniobras. Algunos agitaron los puños, soltaron bromas o vítores cuando la imponente pieza de bronce fue arrancada de su pedestal.

Robert Lee, líder militar de los Confederados, luchó con los estados del sur de EEUU contra los del norte, para preservar la esclavitud vigente.

El gobernador de Virginia, Ralph Northam, quiso darle una repercusión nacional al desmontaje de la estatua del prócer militar.

Northam había anunciado su intención de retirar la estatua de Lee en junio de 2020, diez días después de que George Floyd fuera ultimado en Minneápolis.

Esa muerte desató a nivel nacional y en muchos otros países el movimiento “Black Lives Matter” de denuncia de la discriminación racial.

Es5to, además de la brutalidad policial y revivir con fuerza el debate sobre el pasado esclavista del país.

Los monumentos que exaltan a Robert Lee y otras grandes figuras de Estados del Sur son hoy considerados como símbolos racistas.

Por otra parte, algunos consideran por el contrario que forman parte de su patrimonio histórico.