Desde las sospechas de colusión con Rusia a los pagos a supuestas amantes a través de su empresa familiar: los demócratas pasaron a la acción contra Donald Trump y lanzaron, o reforzaron, este lunes varias investigaciones parlamentarias potencialmente explosivas.

Gracias a su mayoría en la Cámara de Representantes, los demócratas reclamaron a la Casa Blanca y al jefe de la diplomacia, Mike Pompeo, que les den los detalles de las comunicaciones entre Trump y su par ruso, Vladimir Putin.

También pidieron a 81 personas y organizaciones, entre ellas sus hijos Eric y Donald Jr. Trump y su yerno Jared Kushner, aportar documentos para alimentar las indagatorias lanzadas el lunes.

Con esos documentos, los demócratas quieren investigar sospechas de “obstaculización de la justicia, corrupción y otros abusos de poder por parte del presidente Trump, sus asociados y miembros de su administración”, precisó la Comisión Judicial de la Cámara Baja del Congreso en un comunicado.

Allen Weisselberg, el director financiero de la empresa del presidente, la Organización Trump; el abogado personal del mandatario Jay Sekulow; exresponsables de la Casa Blanca como Steve Bannon, Sean Spicer y Hope Hicks, y el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, también recibieron el pedido demócrata.

Visiblemente ausente de la lista de los destinatarios -que tienen dos semanas para entregar a la comisión los documentos solicitados- está la hija mayor y consejera del presidente, Ivanka Trump, casada con Kushner.

“Estos últimos años el presidente Trump no ha tenido que dar explicaciones sobre sus ataques casi diarios contra nuestras reglas y normas legales, éticas y constitucionales fundamentales”, escribió el presidente demócrata de la Comisión Judicial, Jerrold Nadler.

“Se trata de un periodo crítico para nuestra nación y tenemos la responsabilidad de investigar”, prosiguió.

Trump calificó este lunes de “farsa” esta investigación, pero aseguró que colaboraría. Además, rechazó una vez más las sospechas de colusión con Rusia durante la campaña presidencial de 2016.

Su portavoz, Sarah Sanders, denunció la investigación como “vergonzosa y abusiva”.

Nadler y sus colegas demócratas lanzaron estas investigaciones “porque están aterrados que su falsa narrativa durante dos años sobre una ‘colusión con Rusia’ se está desmoronando”, añadió.

“Los demócratas están acosando al presidente para distraer la atención de su agenda radical para hacer de Estados Unidos un país socialista, matar a bebés tras su nacimiento y empujar su ‘green new deal’ [un proyecto contra el cambio climático] que destruiría empleos y llevaría a Estados Unidos a la bancarrota”, acusó Sanders.

El fuerte comunicado también aseguró que “los demócratas no están tras la verdad, están tras el presidente”.

La Comisión Judicial conminó también al grupo editorial estadounidense American Media International (AMI) a entregar todo documento que tenga relación con la posible compra de los derechos exclusivos de testimonios con el fin de enterrar escándalos en que Trump haya podido estar involucrado desde junio de 2015.

Estas demandas parecen vinculadas a las declaraciones de dos mujeres, Stormy Daniels y Karen McDougal, que afirman haber mantenido relaciones con el actual presidente.

Muy lejano “impeachment”

Nadler había explicado el domingo que las sospechas de obstaculización de la justicia se basan en las acusaciones repetidas de “caza de brujas” pronunciadas por Trump contra la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre una posible connivencia entre Rusia y la campaña del multimillonario republicano en 2016.

Los parlamentarios pretenden investigar igualmente eventuales infracciones a las leyes sobre la remuneración de los presidentes de la república y sobre el financiamiento de las campañas.

El capítulo sobre los abusos de poder se centrará en los “ataques contra la prensa, el poder judicial y las fuerzas del orden”, así como sobre “el uso con fines desviados del derecho de gracia y otros poderes presidenciales”, señaló la comisión.

En paralelo, otras tres poderosas comisiones de la Cámara de Representantes -las de Inteligencia, Relaciones Exteriores y Control del Gobierno- lanzaron pedidos de información sobre los vínculos con Rusia.

Trump suscitó la polémica tras una cumbre con Putin en julio de 2018, cuando pareció asumir la defensa del presidente ruso.

Además, en enero, el diario The Washington Post afirmó que no existía ningún informe detallado acerca de los intercambios que ambos líderes habían mantenido en cinco lugares diferentes en el curso de los dos últimos años.

Las comisiones señalan que el Congreso tiene “el deber constitucional” de verificar informaciones de ese tipo.

Los demócratas retomaron la mayoría en la Cámara Baja en enero, con la promesa de iniciar numerosas investigaciones parlamentarias contra el presidente, tras dos años de mayoría republicana.

Las nuevas pesquisas y la gran cantidad de documentos exigidos les podrían dar armas si deciden comenzar un procedimiento de destitución del mandatario o “impeachment”.

Pero los líderes demócratas del Congreso parecen poco decididos a jugar esa carta, difícil de concretar mientras los republicanos controlen el Senado y capaz de movilizar a la base del presidente.

“La ruta hacia el ‘impeachment’ es aún larga”, dijo el domingo Nadler.