El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió el lunes a su nominado para ocupar un puesto en la Corte Suprema, Brett Kavanaugh, y dijo que había sido muy sincero al hablar sobre sus “dificultades” con el alcohol durante su juventud.

El FBI abrió una investigación a petición del Senado después de que tres mujeres acusaran al magistrado conservador de 53 años de haberlas agredido sexualmente cuando estaba borracho durante la década de 1980.

Preguntado el jueves durante la Comisión de Justicia del Senado, Kavanaugh reconoció que le gustaba la cerveza, pero soslayó preguntas concretas, como la de un senador demócrata que le preguntó si había tenido algún problema con el alcohol.

El presidente Trump, que dijo apoyar “completamente” a su nominado, aseguró también en una conferencia de prensa desde la Casa Blanca que Kavanaugh se había mostrado muy “abierto” sobre su pasado.

“Me sorprendió su manera de decir con franqueza que le encanta la cerveza”, dijo Trump, quien cuestionó las diferencias entre la versión del magistrado y los testimonios de antiguos compañeros de la universidad.

“Vi la audiencia y vi a un hombre que admitió haber tenido dificultades con la bebida cuando era joven”, continuó el presidente.

“Fue muy fuerte al reconocer que bebía mucho”, dijo. El inquilino de la Casa Blanca también reiteró su deseo de una investigación “rápida” por parte del FBI sobre las acusaciones sobre el juez.

Trump solicitó una investigación adicional por parte de la policía federal tras la audiencia del juez y de su primera acusadora, Christine Blasey Ford, tras la petición de la oposición y de algunos senadores republicanos.

“La Casa Blanca está haciendo lo que quieren los senadores, estoy abierto a todas sus demandas”, aseguró Trump, agregando que no quiere que esta investigación se convierta en una “caza de brujas” contra el juez que, según él, ya ha sido “terriblemente mal tratado”.