“¿A qué te refieres con que tengo que orinar en una bolsa?” Era la pregunta incrédula que le hacía una pasajera a la sobrecargo, que trataba de explicarle la desbordante (literal) situación que vivían 187 pasajeros de un vuelo de American Airlines, de Arizona a Hawái.

Los baños de la aeronave se rebalsaron completamente, obligando a la tripulación a cerrarlos y a pedirle a los pasajeros que hicieran uso de bolsas y botellas para depositar su orina u otros desechos.

Una pasajera grabó la conversación con la azafata, quien avergonzada tuvo que admitir la situación. “Se está desbordando”, le responde. “A este le queda mucho más”, agrega, señalando uno de los baños con los dedos. “Lo sé, es horrible. Los muchachos están haciendo en botellas”.

El video fue compartido por una afiliada a la cadena de noticias NBC que publicó la historia dentro de un vuelo de 6 horas, que tenía a los pasajeros incómodos, molestos y desbordados también en preguntas, debido al incidente.

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A gritos, otra de las pasajeras le pregunta a la asistente de vuelo cómo podía pasar tal situación en un vuelo tan largo. Ella vuelve a responderle “Nos desbordamos. Cuando la gente comenzó a usar el baño, estaba tan lleno que se rebalsó. Y el agua, todo va en el mismo tanque”.

Otros pasajeros hablaron del riesgo sanitario que significaba el episodio.

“Esto es un escándalo”, dijo otro pasajero. “Ya estoy adolorido, creo que voy a tener una infección urinaria y no es higiénico usar esas bolsas”.

“Hay un pequeño espacio”, responde la asistente. “¿Por qué no va a ser higiénico hacer en una bolsa? Sé que es desagradable pero…”

Las cuestionamientos eran cada vez más fuertes hacia los tripulantes, pero todo tenía un vergonzoso origen relacionado con modales y educación.

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Un pañal, la causa del “desbordamiento”

Las horas transcurrían en un vuelo sin servicios sanitarios. Algo impensado para quienes realizan largos viajes en aviones comerciales, cuyas empresas gozan de prestigio directamente proporcional a los precios que cobran por tramo.

Tampoco tenían acceso a los lavabos y eso complicaba aún más el panorama.

Cuando ocurre una situación como la de esta historia, el piloto está obligado a hacer una escala en una ciudad donde pueda revertir la situación, pero debido a que era un vuelo a Hawái sobre el océano, no había parada posible.

American Airlines emitió un comunicado luego del incidente en el que explicó lo que originó el colapso de los baños en pleno vuelo. “Alguien tiró un pañal por uno de los inodoros”.

El problema se resolvió tras llegar a Hawái y el avión regresó a Phoenix, Arizona, según lo programado, con sus baños funcionando al 100%, pero quienes desembarcaron ya habían soportado los inconvenientes por varias horas.

“Sentimos mucho los problemas que esto causó a los 187 pasajeros en el vuelo 663”, agregó la compañía.

Para superar la situación, la empresa decidió echar a andar una estrategia para quienes se vieron inmersos en el mal rato.

“Nuestro equipo de relaciones públicas se comunicará con todos los pasajeros de este vuelo para extender nuestras disculpas”.

A la mujer que filmó le ofrecieron 240 dólares (165 mil pesos chilenos) en vales y 17,500 millas, pero ella se negó, diciendo que no era suficiente para compensar la horrible experiencia.

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