El estado de Nebraska llevó a cabo el martes su primera ejecución con fentanilo, un opiáceo que está en el centro de la crisis de muertes por sobredosis en Estados Unidos, como parte de una combinación de cuatro medicamentos que no había sido probada.

Carey Dean Moore, de 60 años y condenado a muerte por dos asesinatos cometidos en 1979, fue el primer prisionero ejecutado en 21 años en este estado rural del centro del país y también el primero en morir con una inyección letal que contiene fentanilo.

Moore fue declarado muerto a las 10:47 local (12:47 de Chile), en una ejecución que duró aproximadamente 20 minutos, según Scott Frakes, director del Departamento de Servicios Correccionales de Nebraska.

Fue una prueba crucial para este estado, donde el legislativo abolió en 2015 la pena de muerte, pero los votantes la restablecieron al año siguiente en un referéndum. La última ejecución, en 1997, se llevó a cabo en la silla eléctrica.

“Reconozco que las ejecuciones actualmente impactan a mucha gente en muchos niveles”, dijo Frakes, agregando que la inyección letal se aplicó con “profesionalismo, respeto al proceso y dignidad para todos los involucrados”.

El cóctel contenía cuatro sustancias, incluyendo tres que nunca habían sido utilizadas durante una ejecución, lo que demuestra la dificultad que han tenido los estados del país para obtener medicamentos empleados anteriormente en ejecuciones.

El protocolo consiste en el sedante diazepam, el poderoso analgésico fentanilo, el relajante muscular cisatracurio y cloruro de potasio
, que detiene el corazón.

Solo el potasio ha sido utilizado antes en ejecuciones.

La semana pasada, el fabricante alemán de medicamentos Fresenius Kabi impugnó la ejecución de Moore en la corte, al creer que era la fuente de dos de estas drogas y alegando que fueron adquiridas ilegalmente.

El estado insistió en que los fármacos fueron obtenidos de manera legal y un juez federal le dio la razón. El lunes también un tribunal de apelaciones falló contra la firma alemana.

Moore había estado en el pasillo de la muerte por 38 años y dijo que no quería más demoras.

El hombre fue sentenciado a la pena capital en 1980 por el asesinato de dos taxistas con cinco días de diferencia. Él admitió haber matado al primer taxista durante un robo cometido con su hermano.

Al pronunciar sus últimas palabras, Moore aludió a una declaración escrita con fecha 2 de agosto, en la que se refería a sus compañeros que permanecen en el pasillo de la muerte en Nebraska que se dicen inocentes.

“Yo soy culpable, ellos no”, escribió. “¿Por qué deben permanecer ahí un día más?”. Moore también pidió perdón para su hermano.