Un primer convoy de ayuda internacional llegó este sábado al enclave de Nagorno Karabaj, donde los separatistas armenios entregaron sus armas a Azerbaiyán. Durante los últimos días los armenios han salido a manifestarse para expresar su descontento contra la pasividad del gobierno ante lo que llamaron una posible “limpieza étnica”.
Tras ser parte de los debates de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, este sábado llegó ayuda humanitaria a Nagorno Karabaj, zona de conflicto entre Armenia y Azerbaiyán.
Recordemos que en una de las reuniones sostenida por los miembros de la ONU, Armenia pidió el envío inmediato de una misión de la ONU al mencionado enclave.
En la Asamblea General, el ministro de relaciones exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyan, pidió “el despliegue inmediato” de una misión en la zona.
Lo anterior, “con el objetivo de vigilar y evaluar los derechos humanos y la situación humanitaria y de seguridad“.
El gobierno armenio acusa desde finales de 2022 a Azerbaiyán de bloquear esta carretera, la única que conecta su territorio con Nagorno Karabaj, y de agravar la situación de los habitantes de esa zona montañosa, mayoritariamente de población armenia.
Una historia que registra décadas de guerra
El ejército azerbaiyano se impuso el martes en una ofensiva de un solo día a las tropas separatistas y este sábado anunció que el bando derrotado depuso armas.
El ministro de Relaciones Exteriores azerbaiyano, Jeyhoun Baeramov, prometió en la Asamblea de la ONU que tratarán “a los habitantes armenios de la región azerbaiyana de Karabaj como ciudadanos iguales”.
Entretanto, miles de civiles viven en una situación de urgencia humanitaria en el enclave, cuya “capital”, Stepanakert, está rodeada por soldados azerbaiyanos, según las autoridades locales.
Nagorno Karabaj, un enclave montañoso, anexionado al territorio azerbaiyano en 1921 por las autoridades soviéticas, en el pasado ha sido escenario de dos guerras entre las antiguas repúblicas soviéticas de Azerbaiyán y Armenia: una de 1988 a 1994 (30.000 muertos) y otra en otoño de 2020 (6.500 muertos).
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