Un ex militar asesor de Jair Bolsonaro declaró que el ex presidente planteó a las Fuerzas Armadas un golpe de Estado en Brasil tras perder las elecciones contra el actual mandatario, Lula da Silva.

Líderes del Partido de los Trabajadores (PT), formación del presidente Lula, tildaron de “graves” los señalamientos de un antiguo ayudante personal del exmandatario Jair Bolsonaro sobre un supuesto plan de golpe de Estado.

“Bolsonaro tenía la minuta del golpe en las manos, quería convocar nuevas elecciones y detener a los adversarios”, dijo la brasileña Gleisi Hoffmann.

“Llevó la trama para la alta cúpula de las Fuerzas Armadas y el comandante de la Fuerza Aérea habría apoyado”, escribió Hoffmann en redes sociales.

La presidenta del PT retomó lo que el teniente coronel Mauro Cid supuestamente declaró ante los investigadores, según publicaron dos medios locales.

Cid relató a los agentes que Bolsonaro debatió con altos mandos del Ejército un plan de golpe para convocar nuevas elecciones.

Todo lo anterior, para evitar que Lula tomase posesión de su cargo tras ganar las elecciones del año pasado.

El almirante Almir Garnier, en ese momento comandante de la Fuerza Aérea, se expresó en favor del plan golpista durante esas conversaciones, pero el resto de la cúpula militar no lo apoyó.

Tras las revelaciones, Hoffmann se preguntó qué diría ahora Bolsonaro, al considerar que él y Cid eran como “uña y carne”.

Cid fue detenido en mayo por otro asunto que involucraba un esquema para falsificar certificados de vacunación contra la covid-19.

pero su colaboración con la Policía le ha abierto otros frentes a Bolsonaro, que todavía no se ha pronunciado sobre sus últimas declaraciones.

La Policía Federal investiga las acciones que rodearon la invasión el 8 de enero de las sedes del Ejecutivo, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasilia por parte de una turba de seguidores del exmandatario ultraderechista.

El Supremo Tribunal Federal empezó a juzgar la semana pasada a algunos de los participantes en esos acontecimientos.

Además, se condenó a los primeros tres a penas de entre 14 y 17 años de prisión por varios crímenes, entre ellos, el de golpe de Estado.